Después de pasar la mayor parte de la última década entre Nueva York y París, finalmente di el paso y solicité una visa francesa en 2019. Hace poco más de tres años que vivo oficialmente en Francia de manera parcial y he aprendido un par de cosas sobre las tradiciones gastronómicas de este país.
También puedes leer: 11 reglas sobre comida y bebida para los italianos
Algunos pueden atribuir un cierto je ne sais quoi al célebre arte francés de comer y beber. Al igual que muchos expatriados, puedo confirmar que existe una serie de pautas concretas: considéralas reglas no oficiales para comer y beber como los franceses. La siguiente es una lista práctica de costumbres francesas que te aportarán un poco de alegría estés donde estés.
1. Terminar siempre con una nota alta
Al terminar una comida, los franceses tienden a terminar con una nota alta; es decir, con un postre, un digestivo o un simple café. Para almuerzos ligeros, una galletita o un trozo de chocolate con un espresso serán suficientes, aunque para la cena, te recomendamos un postre un poco más contundente. ¿Y por qué no un chorrito de algo fuerte?
2. El queso viene después de la cena, no antes
Aunque es habitual pedir tablas de quesos para picar a la hora de comer, el queso siempre viene después del plato principal, no antes. En Estados Unidos, se tiende a picotear lácteos antes de la gran comida; los franceses prefieren darse un capricho con una simple ración después del plato principal, al que sigue el postre.
3. Las pausas para comer no son negociables
No estamos hablando de una pausa para comer de 10, 20 o incluso 30 minutos, y ni se te ocurra hacerla en tu escritorio. No te sorprendas si ves bares, restaurantes y cafés completamente llenos de comensales durante las tardes de los días laborables. Los franceses consideran sagrada la hora de comer. No importa lo que depare el día, siempre hay un momento para detenerse a comer.
También puedes leer: Chefs mexicanos en la Copa Mundial de Repostería en Francia
4. Adopta todo lo que tenga grasa
Olvídate de la leche descremada y del queso sin grasa. Aunque es probable que estos productos existan en los supermercados franceses, son difíciles de encontrar. En lugar de limitar y restringir, a los franceses les gusta disfrutar de los placeres sencillos de la vida: carnes, quesos y todos los dulces, con moderación, por supuesto.
5. Beber café todo el día
A los franceses les encanta el café, sobre todo después de una comida copiosa. En lugar de dejarte llevar por cafés con leche y capuchinos, disfruta de breves dosis de espresso (conocido en Francia simplemente como café) durante todo el día. Para un espresso más largo, o algo más parecido a un café americano, pide un café allongé. Otra pista: un espresso con una cucharada de espuma de leche es uno de los mayores tesoros de Francia. Se conocen como noisettes, que se traduce como avellanas, por los colores de la bebida.
6. Cena con calma
Comer como los franceses requiere un primer paso crucial: reducir la velocidad. Los franceses viven según la idea de que la comida, la familia y los amigos son para saborearlos, y la hora de la comida es la que reúne estas tres cosas. Esta es una de las razones por las que en Francia hay que pedir la cuenta, en lugar de que el camarero la entregue al ver los platos limpios. Tómate tu tiempo y pide la cuenta amablemente cuando estés listo para marcharte.
7. Nunca llegues con las manos vacías
Las cenas y aperitivos en casa son básicos para la cultura francesa, y la regla número uno es no llegar nunca con las manos vacías. En caso de duda, toma una botella de vino y un pequeño tentempié una bolsa de frutos secos, hummus con galletas o aceitunas saladas y listo. Si tienes tiempo de preparar algo casero, aún mejor (desde luego esto nunca se espera).
También puedes leer: Receta de macarons de frambuesa
8. Asegúrate de brindar correctamente
Chocar las copas antes de dar el primer sorbo es costumbre en todo el mundo, aunque los franceses siguen algunas reglas adicionales. No sólo es obligatorio brindar con todos los comensales, sino también mantener contacto visual directo con la persona con la que se está levantando la copa y no cruzarse nunca de brazos con otra persona que esté brindando al mismo tiempo.
9. Adoptar el arte del goûter
Aunque los aperitivos se llevan la palma, el goûter francés es igual de importante. Aunque la tradición suele estar destinada a los niños, muchos adultos también participan en esta sencilla delicia. En resumen, cuando el hambre aprieta a última hora de la tarde, los niños suelen recibir un jugo y algo dulce para picar. Para los adultos, el goûter puede consistir en un café y una pequeña galleta, pastelillo o, en los días más cálidos, incluso una bola de helado. Para los adultos más sedientos, recomiendo el goûtero, que aún no ha despegado (aunque habrá que esperar para verlo), acuñado por uno de mis amigos expatriados con visión de futuro. Empieza con un café, deja que empiecen los aperitivos y sustituye la cafeína por vino cuando lleguen las 5 de la tarde.
Síguenos en: Facebook / Twitter / Instagram / TikTok / Pinterest