
Actualmente estamos acostumbrados a guardar nuestros alimentos en el refrigerador y congelador. Pero en la antigüedad, esto era muy diferente y las personas de diversas civilizaciones tenían que encontrar maneras para conservar sus alimentos por más tiempo.
El ejemplo más notable son los romanos, que desarrollaron varios métodos de conservación que hasta la fecha utilizamos como: la salmuera, ahumados y el deshidratado. De hecho, el romano Marco Gavio Apicio (considerado por muchos historiadores como el más gourmet del siglo I, debido a su refinado paladar) explica paso a paso en su libro El Arte de la Cocina, cuáles eran las técnicas de conservación de carnes y alimentos en aquella época. Su libro es uno de los más antiguos del mundo.

Otros expertos en métodos de conservación, son los egipcios, a quienes se les adjudica la salazón (cubrir todo con sal para evitar que se infecte de bacterias) que ahora este se utiliza en todo el mundo, especialmente en la cocina mediterránea.
Aquí los más destacados
Salar
Era barato y fácil de utilizar. Previene el crecimiento de bacterias. El método se utilizaba principalmente para carnes y pescados.
Vinagre
El ácido del vinagre ayuda a conservar y evitar el crecimiento de bacterias. Con este se hacían conservas y encurtidos.
Ahumar
En muchas civilizaciones (como la romana) ahumaban la carne para preservarla por más tiempo. Lo que hoy hacemos por sabor, antes lo hacían más por necesidad.
Salmuera
Esta mezcla de agua, sal y especias se utilizaba con frecuencia para conservar carne, pescado y aceitunas. Esto ayudaba a conservar los alimentos por más tiempo y reducía el crecimiento de bacterias.
Miel
Los alimentos se cubrían con miel y se dejaba secar por completo. Se hacía en la temporada de invierno y se implementaba en carnes, fruta y legumbres. La miel hacía una coraza que impedía que se descompusieran los alimentos.
Secar al sol
Esta es probablemente la técnica más famosa para deshidratar cualquier alimento. Antiguamente se utilizaba principalmente para las frutas.