Más de 30,000 restaurantes en México cerraron sus puertas de forma definitiva, como consecuencia de las políticas de distanciamiento social establecidas en el país respuesta a la crisis del Covid-19.
Así lo dio a conocer Francisco Fernández Alonso, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), en entrevista con el diario El Universal. Alonso añadió que la banca mexicana reportó una caída del 87% de los gastos que se hacían con tarjetas de crédito en restaurantes y explicó que esto implicará un “impacto brutal” en el sector a mediano y largo plazo.
El representante de la organización compartió que hasta el momento 80% de los restaurantes del país permanecen cerrados. Aunque algunos negocios —alrededor del 15%— han explorado los formatos de servicio a domicilio o pick up para generar ingresos, aún cargan con gastos como las nóminas, rentas y servicios como el agua, la luz y el gas.
El estimado de Alonso es que como consecuencia de la cuarentena haya una pérdida de 30% de las ventas generales y un impacto directo a los empleos y economías familiares que dependen de estos establecimientos. De acuerdo a la CANICARC, de los más de 600 mil registrados en el país, al menos 48% son negocios familiares.
La situación también ha traído consecuencias a la industria de la hospitalidad. Según datos del Consejo Nacional Turístico, 256 hoteles, que albergaban a 2000 restaurantes, cerraron definitivamente sus puertas.
Para los lugares que puedan abrir sus puertas queda también un periodo de adaptación a los protocolos y normas de salubridad, previstas para la y reanudación escalonada de actividades en el sector el sector hotelero y restaurantero.
