El programa de Pueblos Mágicos se puso en marcha en México en el 2001 desarrollado por la Secretaría de Turismo y otras instancias gubernamentales, con él se espera reconocer a las localidades que se esfuerzan en cuidar y preservar su patrimonio y riqueza cultural. Para obtener esta denominación las ciudades o pueblos deben contar con algunos requisitos, como contar con una población de 20,000 habitantes y ubicarse a una distancia no superior a los 200 km de un destino turístico (o el equivalente a dos horas vía terrestre), entre otras cualidades.
Hasta este nuevo nombramiento, los Pueblos Mágicos existentes en Yucatán eran Izamal, desde febrero de 2002, y Valladolid, en 2012. Con estos dos nuevos nombramientos, más de 42 mil personas que habitan en ambas localidades, se verán beneficiadas por la designación.
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Los nuevos Pueblos Mágicos son Maní y Sisal. El nombramiento se da luego de ocho años del último y pretende impulsar el turismo con un enfoque social, fomentar la riqueza cultural y el crecer los viajes gastronómicos hacia ambas comunidades.
El actual gobierno de Yucatán, encabezado por Mauricio Vila Dosal, impulsó la entrada de ambos municipios al Programa Pueblos Mágicos, a través de la gestión de la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur). Michelle Fridman, titular del organismo, resaltó los beneficios que traerá a las dos comunidades.
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“Yucatán suma dos nuevos municipios bajo la denominación de Pueblos Mágicos, lo que sin duda significará una mayor derrama económica para sus habitantes. La exposición al público nacional e internacional de Maní y Sisal, ayudará a atraer más visitantes y les mostrará la riqueza cultural, gastronómica e historia que tienen ambas comunidades para ofrecer”.
Michelle Fridman
Maní se ubica a 100 kilómetros al sureste de Mérida. La mayoría de los habitantes hablan lengua maya y lleva una vida tranquila. Entre los atractivos de este nuevo Pueblo Mágico se encuentra la arquitectura, por ejemplo, el convento de San Miguel Arcángel, que data del siglo XVI, construido con las mismas piedras de los antiguos edificios mayas. Entre las artesanías que ofrece están la confección y bordado de blusas, huipiles y ternos, y el platillo más emblemático es el Poc Chuc, carne de cerdo asada al carbón marinada en naranja agria acompañada de frijoles colados, rábano y cebollas encurtidas.
Por otro lado, Sisal es un pueblo costero en el municipio de Hunucmá, a 30 minutos de Mérida. Su principal atractivo es que puedes encontrar diversas opciones de ecoturismo, pues se encuentra entre dos reservas naturales.
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Con Maní y Sisal, Yucatán duplica el número de Pueblos Mágicos que tenía. El impulso de los nombramientos de estos Pueblos Mágicos es parte del Plan de Desarrollo Sostenible de la Sefotur, que promueve la descentralización del turismo en favor de las y los yucatecos.
Algunos de los beneficios para las localidades serán generación de nuevos empleos, comercialización de productos artesanales locales, revalorización de la cultura y costumbres regionales y, por supuesto, incremento del turismo y mayor derrama económica.
Según un comunicado, los siguientes municipios en buscar el nombramiento de Pueblo Mágico serán Tekax, San Felipe, El Cuyo, Río Lagartos y Muna.