Familia de Stephen Hawking invitó a cenar a 50 personas sin hogar

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Después de que Stephen Hawking falleció el 14 de marzo, el mundo lloraba a una de sus mentes más brillantes. Abogó ferozmente por una exploración más amplia y más extensa del espacio, y recientemente se asoció con Yuri Milner en un proyecto llamado Starshot que espera construir pequeños robots capaces de viajar a los confines del universo. Sin embargo, a pesar de su sabiduría cósmica, Hawking estaba muy al tanto de los problemas que enfrenta la humanidad aquí en la Tierra, tanto que su familia realizó un acto final de buena voluntad en su nombre: una cena de Pascua gratis para unas 50 personas sin hogar.

La hija de Hawking, Lucy, llamó a FoodCycle Cambridge, que opera tres servicios de comida todos los días para personas necesitadas. Ella dijo a la organización que su familia quería hacer una donación en honor a su padre para que las personas sin hogar en el área pudieran tener una comida de Pascua en compañía de los demás. Las cartas en cada mesa decían: “El almuerzo de hoy es un regalo de Stephen … de la familia Hawking”.

“Querían hacer algo para ayudar a las personas que atraviesan un momento difícil”, dijo a la BBC Alex Collis, que trabaja con la organización benéfica.

FoodCycle prepara comidas a partir alimentos en perfecto estado que de otra forma se desperdiciaría, pero Collis dice que gracias a la familia Hawking, pudieron comprar “golosinas” como galletas y chocolates para acompañar la cena. La donación incluso apoyó las decoraciones de Pascua para dar al espacio un sentimiento más festivo.

El 31 de marzo, Hawking fue enterrado en la Abadía de Westminster. Una multitud se reunió para presenciar su procesión fúnebre y despedirse de un hombre que sentía que la humanidad tenía la obligación de seguir explorando lo desconocido. De hecho, Hawking dijo una vez que, aunque ocupamos “un planeta menor de una estrella muy promedio”, nuestra capacidad de “comprender el universo … nos convierte en algo muy especial”.

La familia de Hawking debe haber sentido que todavía deseaba que todas las personas—especialmente los más necesitados—supieran que también ellos son especiales y que merecen una fastuosa fiesta de Pascua.