Sin saberlo comemos miles de piezas de plástico cada año

No es un secreto que tenemos un problema con el plástico. Ahora varios estudios han analizado como ha llegado hasta nuestra comida por medio de los microplásticos. Estas diminutas partículas plásticas —que miden entre 5 milímetros y 100 nanómetros de diámetro— pueden terminar en nuestra comida por distintas razones. Los análisis más recientes se han […]

octubre 31, 2019

Sin saberlo comemos miles de piezas de plástico cada año

Foto: UniversalImagesGroup/Getty Images

No es un secreto que tenemos un problema con el plástico. Ahora varios estudios han analizado como ha llegado hasta nuestra comida por medio de los microplásticos.

Estas diminutas partículas plásticas —que miden entre 5 milímetros y 100 nanómetros de diámetro— pueden terminar en nuestra comida por distintas razones. Los análisis más recientes se han centrado en los peces y mariscos, ya que con la contaminación del océano terminan por comer plástico, después este se queda en su tejido y a la hora de pescarlos y comerlos pueden terminar en nuestro sistema. Un ejemplo son los mejillones, que se alimentan por filtración absorbiendo el agua marina, un estudio descubrió que quienes los consumen a menudo pueden terminar comiendo hasta 11,000 microplásticos anuales. 

La sal de mar es otro producto que contiene más plástico del que pensamos. Un kilo puede contener hasta 600 microplásticos —con el consumo diario de sal estarías comiendo unos tres al día—.

Un estudio realizado en pollos mexicanos descubrió que sus mollejas tenían un promedio de 10 microplásticos. Otras fuentes en las que han encontrado estos objetos son la miel y la cerveza, en el caso de la segunda encontraron hasta 100 microplásticos por botella. Pero cuando se trata de estas partículas la mayor fuente son las botellas de agua, un estudio encontró que cada litro contiene entre dos y 44 piezas, en las botellas retornables la cantidad aumentó considerablemente —de 28 a 241 piezas por litro—.

Pues básicamente estamos consumiendo microplásticos constantemente, al tomar agua embotellada, comiendo mariscos y al parecer también por medio de otro animales terrestres. Lo que no se sabe aún es de qué forma los microplásticos en la comida nos dañan en realidad.

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