¿Qué sí y qué no hacer al hornear galletas?

Y Hornear galletas puede parecer muy sencillo, pero hay ciertos pasos que debes seguir si quieres que queden perfectas (y no pegadas a tu charola). No importa el tipo de galleta ni la receta que utilices, siempre va a requerir de tiempo y dedicación. De nada sirve tener los mejores ingredientes o unos moldes bonitos, […]

noviembre 19, 2018

¿Qué sí y qué no hacer al hornear galletas?

Foto: Juan Pablo Tavera

Y Hornear galletas puede parecer muy sencillo, pero hay ciertos pasos que debes seguir si quieres que queden perfectas (y no pegadas a tu charola). No importa el tipo de galleta ni la receta que utilices, siempre va a requerir de tiempo y dedicación. De nada sirve tener los mejores ingredientes o unos moldes bonitos, si no vas a dejar que la masa repose. Aquí los pasos para que queden perfectas:

¿Qué no hacer?

1. No medir las tazas correctamente es un grave error. Recuerda que la panadería y repostería son muy exactas, aquí “el tanteo” no existe. 2. Usar la harina incorrecta. Olvídate de utilizar las sobras de harina para que tienes para pastel que tienes en la alacena -esto sólo provocará que tus galletas colapsen- y menos uses harina para pan (tendrás piedras por galletas), mejor utiliza harina de trigo regular (casi todas las recetas indican que uses este tipo). 3. No trabajes la masa de más. De esta manera sólo desarrollarás el gluten y entre más lo amases, la mezcla se hará más resistente y dura. Sé gentil con tu masa. 4. No engrases la charola (a menos que la receta indique lo contrario). Las galletas, por lo general tienen suficiente grasa en ellas, añadir más no es lo ideal. Utiliza papel encerado. 5. Dale su tiempo. No abras la puerta del horno, esto afectará la cocción de tus galletas.

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hornear galletas

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¿Qué sí hacer?

1. Precalienta el horno. Esto no sólo aplica con las galletas, va para todo. Precalentar ayuda a que la cocción sea mucho más pareja y rápida. 2. Acrema la mantequilla a temperatura ambiente. Acremar significa batir la mantequilla hasta que tenga la textura de una pomada, pero asegúrate que no esté fría (cuesta más trabajo) ni tibia (afecta totalmente la textura). 3. Deja reposar la masa en refrigerador. Una hora o incluso una noche completa harán la diferencia. La cocción será mucho más pareja y la grasa no se disolverá tan rápido. 4. Polvo para hornear o bicarbonato (fresco). Siempre asegúrate que no tengan más de seis meses un tu alacena, de lo contrario, pierden su efecto y no levantarán como deben.

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