Desde que empezaron toda esta serie de cambios me cuesta mucho trabajo dormir. Pero al parecer no soy la única. El hashtag #NoPuedoDormir fue tendencia en Twitter, y es que cientos de personas que —como yo— no conciliaban el sueño buscaron remedios en redes sociales o por lo menos compañía. Si eres uno de nosotros, estos consejos te pueden ayudar.
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Es normal que te cueste trabajo dormir
De acuerdo al profesor y experto en sueño, Kevin Morgan de la Universidad en Loughborough, la rutina es el factor más importante para dormir bien. Con el confinamiento los hábitos y costumbres cambiaron para todos. Morgan recomienda levantarse a la hora en que normalmente lo haces e irte a la cama temprano. Desvelarse para ver tu serie favorita en Netflix suena tentador pero no favorecerá a tus horas de sueño.
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Otro factor a considerar es que no se puede salir a la calle. El cuerpo humano necesita exponerse a la luz exterior para elevar los niveles de melatonina (la hormona que regula el patrón de sueño). Si tienes oportunidad de estar cerca del sol, dedica unos minutos de tu día en esa área de tu casa.
Alimentos que ayudan a conciliar el sueño
Hay estudios que prueban que el exceso de alcohol reduce el movimiento ocular rápido (REM) fase que ocurre durante el sueño profundo. Opta por tomar tés como manzanilla, valeriana o un vaso de leche dorada.
La doctora Itzel Ocampo menciona que hay alimentos que incrementan la ansiedad como los platillos altos en grasas, azúcares y sal. Así que evítalos, sobre todo si estás cerca de tu hora de dormir. La doctora sugiere actividad física y llevar una dieta rica en verduras y frutas.
De acuerdo al diario Medical News Today, hay alimentos cuyos nutrientes ayudan a controlar el ciclo de sueño. Las almendras, por ejemplo, contienen melatonina. Las cerezas son ricas en cuatro compuestos diferentes que regulan el sueño: melatonina, triptófano, potasio y serotonina.
Existen estudios que comprueban que las personas que consumen kiwi antes de acostarse obtienen una mejora en la eficiencia del sueño.
Los pescados grasos ayudan a mejorar el sueño ya que son una fuente de vitamina D y omega-3, dos nutrientes que regulan la serotonina.
