Desde el jueves 24 de octubre, varios incendios han afectado cuatro municipios de Baja California —Tecate, Tijuana, Rosarito y Ensenada— debido a la condición de Santa Ana. Los vientos de Santa Ana son fuertes corrientes (de hasta 95 km/h) de aire caliente que se forman en el sur de California y parte de Baja California durante el otoño e invierno, secando vegetación y transportando brasas calientes.
Al momento aún quedan tres incendios activos —dos en Ensenada y uno en Tecate—. Los primeros están controlados en un 60% y el de Tecate ha sido controlado a un 70%. La Comisión Nacional Forestal ha reportado que la superficie afectada por el fuego rebasó las 7,500 hectáreas en Ensenada, 1,900 en Tecate y 300 en Rosarito.
Francisco Vega, gobernador de Baja California, explicó en una entrevista que se trata de un fenómeno inusual, pues esta temporada los vientos de Santa Ana propagaron los incendios a una velocidad nunca antes vista y cuatro municipios fueron afectados simultáneamente. Pero que actualmente el fuego ha sido sofocado al 80% y contenido al 90%. En total (hasta ahora) hay 3 muertos y 40 heridos y cientos de viviendas afectadas.
Los municipios han sido declarados en estado de emergencia y varios planes de ayuda se han desplegado. Sin embargo —como sucede con todos los desastres naturales— se han establecido diferentes centros de acopio en Baja California, donde reciben agua embotellada, suero, productos enlatados, alimentos no perecederos, pañales de bebés y adultos, medicinas y artículos de higiene personal. Estos son los centros de acopio disponibles:
Al momento no hay centro de acopio en otros estados del país.
¿Cómo afecta esto a Ensenada y el Valle de Guadalupe?
Hasta el momento, no hay informes de daños particulares a los viñedos ubicados en esta región. Vinícolas como Monte Xanic y El Cielo han declarado su apoyo ante esta situación y difunden información al respecto en sus redes sociales.
