Nuevos restaurantes: Dante

El fuego, la brasa y la carne de res, esa proteína que provoca polaridades, son los tres ejes del menú de Dante. Dante es un cocinero argentino que, antes de decidirse a abrir un restaurante en la Ciudad de México, pasó una larga temporada en Monterrey. Carne debería ser su apellido pero es Ferrero, carne porque su reputación gira en torno a esta proteína, a su experiencia cocinando vacas enteras en festivales gastronómicos —sean testigos en #lavacaesmía—, a sus experimentos añejando piezas solo por ver qué pasa con el sabor.

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Ahora Dante es también el nombre de su restaurante en la Ciudad de México, un lugar para comer cortes que se exprimen cuando los masticas, como el rib eye y sus partes grasas, que se sazonan con granos de sal Maldon y párenle de contar. Para acompañarle hay guarniciones clásicas: coles de bruselas, también a la brasa, purés de espinaca, camote o papa —el último, el mejor— o ensalada para curarse en salud. Del lado mexicano, Ferrero adoptó platos consentidos para la resaca dominguera. Tacos, como el de barbacoa de cabeza, de cocción maratónica en pencas de maguey y sabor penetrante, animal. O el de mollejas en tortillas de harina —esas mantecosas, de Monterrey— y cebollita morada encurtida portadora de una acidez brillante que se agradece entre bocados.

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El menú tiene un apartado de complacencias, algo como un disco con los one hit wonders de la década para esos comensales que no se han declarado carnívoros de corazón ni se han tatuado una vaca en el pecho: sopa de frijol con juliana de tortillas, un ceviche de huachinango con mango tatemado, empanadas crujientes que escurren queso Roquefort. Puro comfort, pura franqueza. Dirección: Edgar Allan Poe 41, Polanco, CDMX Horario: Lunes y martes 13-00 h; miércoles y domingo 13-01 h, jueves a sábado 13-02 h.