El mezcal y el tequila son unas de las bebidas mexicanas más reconocidas, no solo por su delicioso sabor sino también por su peculiar producción. Uno de los componentes necesarios para su elaboración son los murciélagos y el reciente boom que han tenido estas bebidas podría amenazarlos.
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La relación entre estos dos elementos es muy simple, para que existan las plantas de agave de las que se producen tanto el mezcal como el tequila se necesita al murciélago magueyero, encargado de polinizar y prevenir la presencia de algunas plagas.
Diminuto pero poderoso, el murciélago magueyero es un mamífero de 28 gramos que vuela 127 kilómetros año con año –del centro de México hasta la frontera con Estados Unidos– en búsqueda de cactus y agaves florecientes. Utilizan el néctar de la flor del agave –la cual solo abre de noche– para tomar un poco de aliento durante su largo viaje y a su vez los agaves aprovechan la polinización cruzada de sus flores para producir semillas, mismas que van a ser dispersadas por los pequeños murciélagos y permitirán el crecimiento de nuevos cultivos.
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Sin embargo, los conservacionistas ambientales han advertido que el continuo auge del mezcal, sumado al cambio climático puede representar una amenaza para el murciélago magueyero, pues aunque desde 2018 entró a la lista de especies en peligro de extinción de Estados Unidos y se han hecho grandes esfuerzos, un estudio realizado en 2020 por la Unión Internacional para la Conservación de Naturaleza, reveló que la población de estos animales ha vuelto a disminuir.
Por suerte, diferentes expertos ven la cosecha sustentable del agave como una buena solución a esta situación. Volver a darle la importancia que merece el murciélago magueyero dentro de la producción de destilados como mezcal y tequila, puede no solo salvar la especie, sino mejorar la industria en general ya que usar métodos tradicionales que respeten tiempos naturales sin alterar el crecimiento de las plantas de agave asegura una mayor calidad en el producto final. Por lo que cada vez más productores se suman a un método responsable que protege también a los murciélagos.
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