
Ubicado a 2.900 m s.n.m., Wayocari es el primer vino producido en el Valle Sagrado por la empresa Viñedos del Inca. Su nombre evoca el mismo pueblo donde se cultiva, Huayoccari, a 40 kilómetros de las ruinas de Machu Picchu. Así lo cuenta Carlos del Campo, quien comenzó la aventura de producirlo en 2019, en un fundo familiar de 3.500 metros cuadrados, que hoy abarca 2 hectáreas.
En efecto, el empresario en biotecnología médica dio el primer paso después de visitar un hotel en Turín, Italia, donde además de producir vino se ofrecían terapias de bienestar con subproductos elaborados a partir de uva. “Nos gustó mucho la idea de hacer un hotel pensado en pasajeros que les guste el vino”, dice y agrega que el plan era construir un hotel boutique. La iniciativa –cuya inversión ascendía a US$6 millones– quedó descartada cuando comenzó la pandemia por covid-19 y, más tarde, al ver que el turismo (y la cantidad de pasajeros) no se recuperaba.
Lo primero que hizo Del Campo fue importar variedades. Eligió la Tannat, de Burdeos, Francia, también cultivada especialmente en Uruguay y en Tarija, a unos 1.800 m s.n.m, en Bolivia. Las tierras del Valle Sagrado aceptaron la variedad con amabilidad, aprovechando las bondades agronómicas locales, como la diferencia térmica día-noche. “Nuestras plantas tienen la brisa del río Vilcanota y los deshielos del nevado Pitusiray”, destaca Del Campo y acota que la plantación está ubicada en medio de una zona hotelera. Anota que sus cosechas son en enero y que realizan la poda en mayo.

“Esta variedad [Tannat] crece muy bien en altura, es rica en taninos, que produce un caldo en altura con tonos muy fuertes, muy sabrosos, con mucho contenido de polifenoles, por la amplitud térmica. Esto hace que la piel del grano de la uva se proteja, razón por la cual sale tan tánica”.
Carlos del Campo, fundador de Viñedos del Inca
Actualmente, cuenta asimismo con campos de las variedades Petit verdot y Gewürztraminer. Esta última es originaria de la zona de la Alsacia (noreste de Francia) y se encuentra en pleno desarrollo camino a una primera cosecha en enero próximo.

Sobre el nombre, Del Campo revela que se decidieron por Wayocari por la cercanía fonética con el público al que se dirigen. “Para un extranjero era impronunciable. Decidimos ponerle w y quitarle una c”, dice. El vino – del cual se comercializan cepas únicas- integra las cartas de Astrid & Gastón, Mayta y La Rosa Náutica, entre otros prestigiosos restaurantes de Lima.
“Petit verdot funciona muy bien también en altura. Gewürztraminer es una uva muy fraganciosa, de un gran bouquet. Es una exquitez para comerla con mariscos. Nuestro proyecto es tener esta cepa, con lo cual tendríamos un abanico de vinos”.
Carlos del Campo, fundador de Viñedos del Inca

Bodega a medida
La plantación posee una bodega diseñada a medida por el arquitecto Carlos Rey, reconocido líder de proyectos inmobiliarios residenciales y hoteleros en el Valle Sagrado.
Con 200 metros cuadrados, la bodega cuenta con una zona de producción, con maquinaria italiana; embarricado, con barricas de roble francés y americano; y una zona de despacho. Se terminó de construir en noviembre pasado, informa Del Campo.
Sobre el equipo de Wayocari, el ejecutivo comenta que cuentan con la asesoría del enólogo argentino Ezequiel Bellone, también dedicado a la viticultura en la provincia de Salta, en el norte de Argentina; como asesor agronómico, con Ariel Rubini, ex socio de la Hacienda Bodega Ocucaje; y en como wine maker, su hijo Mauricio, quien se encarga del día a día, desde la producción al embotellado.

¿Qué hace especial a este vino del Valle Sagrado? Del Campo explica que en el caso del vino de la variedad Tannat sabe a frutos y en nariz tiene mucho aroma. Además, se descansa durante 12 meses en barrica y 13 en botella antes de estar listo para servir en mesa. Al respecto, señala que es un vino ideal para maridar con carnes, como cordero, cuy y alpaca. “Hay un espacio importante para promoverla. Nuestro tinto es un tinto singular”, dice.
Perfil de las cepas Wayocari
- Región: Cusco
- Variedad: Tannat
- Viñedo: Viñedos del Inca
- Vista: Brillante y limpio. Presenta un intenso rojo púrpura con ribete rubí.
- Nariz: Predomina sus aromas frutales, resaltando frutos negros como la mora y el saúco con un fondo que nos evoca la vainilla, producto del aporte de la crianza en barrica.
- Boca: Seco, de cuerpo medio alto, fresco (su acidez es muy marcada debido a su juventud. Tiene gran potencial de guarda). Sus taninos son amigables y presenta un retrogusto largo.
- Graduación alcohólica: 14°-14.5°
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