A muchas personas les gusta brindar con una copa de champán para celebrar su cumpleaños, pero si a los más de 100 años te terminas toda la copa sin parpadear, ya estás en otro nivel.
Claro que atribuir la longevidad a una bebida alcohólica no es convencional, pero no necesariamente es poco frecuente. Hemos visto a personas que cruzan la marca del siglo con un whisky, una cerveza e incluso una Guinness diario. Pero esta británica de 108 años simplemente siente gusto por las cosas buenas de la vida.
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Dorothy Flowers, que actualmente vive en un hogar de ancianos Bupa Southlands en Harrogate, una ciudad en el norte de Inglaterra, celebró su 108 cumpleaños el pasado 22 de octubre y muchas de las fotos la muestran posando con una botella de Moët o una copa de champán. La gerente del la residencia de Flowers, Helene Ballinger, dice que su inquilina más grande le puede atribuir su longevidad a la bebida. “Dorothy ama la compañía, por lo que se sienta con nosotros en la recepción todos los días”, comenzó Ballinger, según el Metro. “Sin embargo, su verdadero secreto para la longevidad tiene que ser el champán. Es lo único de lo que la vemos terminar una copa entera. Y claro, no hace falta decir que hemos estado brindando por su cumpleaños”.
Mientras tanto, beber no es el único vicio de la señora Flowers. Tanto ella como su esposo, quien falleció en 1981 después de cuatro décadas de matrimonio, estaban en la industria de las carreras de caballos. Trabajaron para la Junta de Control de Apuestas en el hipódromo hasta que se retiraron en 1963, según esto, según HuffPo UK. La pareja habría tenido 52 años en ese momento. ¡Yo también estaría bebiendo mucho champán si me hubiera retirado por más de la mitad de mi vida!
The centenarian says the secret to her long life is champagne and chocolate. Cheers, Dorothy https://t.co/Tdy7ytccxj
HuffPost UK (@HuffPostUK) 23 de octubre de 2019
“Tengo la suerte de haber hecho muchos recuerdos felices durante mi vida e incluso a los 108 años, todavía estoy haciendo más”, dijo Flowers, con la ayuda de su cuidador. Antes de la fiesta, la residencia hizo una colecta de tarjetas, llegaron 654 en total, así como algunos regalos y entre ellos mucho champán, por supuesto.