Los vinos bíblicos del Negev llegan a España, el primer país de Europa en recibirlos

En el desierto del Negev, cerca de la frontera jordana, Israel conserva viñedos milenarios que producen vinos marcados por un entorno extremo y único. Tradición y modernidad se unen en estos vinos.

El desierto del Negev es una de las primeras regiones vinícolas del mundo, donde desde la década de los 80 se ha impulsado un ambicioso proceso de transformación. Así, en una fusión entre historia, innovación y tradición, los vinos de este desierto israelí han ganado prestigio internacional.

La llegada a España

El desembarco oficial en nuestro país tuvo lugar el pasado 6 de marzo, en una exclusiva conferencia profesional en Madrid que reunió a un centenar de expertos culinarios. Desde chefs y sommeliers hasta líderes de la industria vinícola estuvieron en la presentación de la singular viticultura de esta región árida.



El mismo evento sirvió para presentar el Consorcio de Vinos del Negev, una iniciativa liderada por la Fundación Merage de Israel y la Fundación HispanoJudía, con el objetivo de posicionar al Negev como un destino vinícola de referencia.

Un vínculo histórico con España

Lejos de ser una novedad, la conexión entre el Negev y España tiene raíces profundas. Recientes hallazgos arqueológicos han revelado fragmentos de ánforas en suelo español que alguna vez transportaron vino desde el Negev, reflejando un comercio activo a lo largo de las antiguas rutas mediterráneas.

Previo a la conferencia, una delegación del Consorcio visitó la Ribera del Duero, explorando las similitudes entre ambas regiones. Al igual que los viticultores españoles doman climas extremos, los enólogos del Negev han aprendido a aprovechar las bruscas diferencias de temperatura del desierto, los inviernos fríos y el aire seco para producir vinos con una marcada personalidad.

A qué sabe el vino del desierto

Los vinos blancos del Negev, como el chardonnay, chenin blanc y sauvignon blanc, destacan por su frescura mineral y notas de frutas de hueso. Por su parte, las variedades tintas —malbec, merlot, cabernet sauvignon y petit verdot— ofrecen sabores ligeros y vibrantes, gracias a las pieles finas e inmaduras de las uvas.

Con España como punto de partida en Europa, los vinos del Negev comienzan una nueva travesía internacional, uniendo historia, innovación y el legado vinícola que une el desierto con el Mediterráneo.