Todos nos hemos preguntado si las bebidas alcohólicas pueden ser buenas para nuestra salud, y aunque la respuesta indica que ninguna puede considerarse 100% saludable, algunos estudios han demostrado efectos positivos de algunos destilados. Por supuesto, todo depende de la medida en la que se consuman.
La mayoría de los estudios que resaltan los beneficios de las bebidas alcohólicas indican que todo depende del consumo moderado, se deben tomar en cantidades pequeñas, pues el exceso de estos productos genera un efecto contrario y puede afectar gravemente la salud.
Basados en esta idea, diferentes expertos, como el Dr. David Friedman, autor de Salud alimentaria: Cómo comer en un mundo de modas y ficciones, han detallado algunos licores que a pesar de tener una carga alcohólica considerable, pueden ser considerados como bebidas alcohólicas saludables comparados con otros que tienen un alto contenido en grasas o azúcares.
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Tequila: El de primera calidad, hecho 100% de agave, es una de las bebidas alcohólicas más fuertes, pero a diferencia de otros, no aumenta el nivel de azúcar en la sangre, incluso Friedman señala que puede llegar a disminuir los niveles de glucosa en la sangre y aumentar la producción de insulina, claro que solo se debe tomar una pequeña porción.
Whisky: Es delicioso y uno de los más consumidos, pero lo más importante es que puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, ya que ayuda a bajar los niveles de presión. Además, es una bebida que no tiene grasas ni carbohidratos, lo que lo hace perfecto para cuidar la dieta.
Brandy: Cuenta con polifenol, un compuesto que actúa en los vasos sanguíneos y ayuda a prevenir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. También es una buena fuente de vitamina C y antioxidantes que le dan efectos de antienvejecimiento.
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Ron: Depende del tipo que elijas, ya que es una de las bebidas alcohólicas que en su proceso de elaboración incluyen jugo de caña, melaza o azúcar. Su consumo moderado puede ayudar a proteger las células cerebrales y reducir el riesgo de enfermedades degenerativas como demencia y Alzhéimer.
Vino: Aunque no hay muchos estudios que avalen la idea de tomar una copa diaria de vino, sí es cierto que está bebida puede tener grandes beneficios para la salud. El vino tinto ayuda a reducir el colesterol malo, promueve la relajación y, gracias a sus antioxidantes, mejora la circulación de la sangre. Por su parte, el vino rosado también es una buena opción pues tiene menos calorías y efectos similares al tinto.