Hasta hace no tantos años, todavía me apenaba pedir cocteles sin alcohol –los famosos mocktails– cuando salía con mis amigos a algún bar. Sentía que, a diferencia de ellos todos unos bullys–, estaba haciendo “trampa” al librarme de los efectos etílicos en mi cuerpo. Y es que, por muchos años, debo reconocer que sólo tomaba para divertirme y enfiestar con ellos, incluso llegaba un momento en el que ni siquiera disfrutaba los tragos porque mi cabeza ya estaba en otro lado.
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Sin embargo, al abrir las primeras páginas de Mindful Mixology (Rizzoli, 2022), me dio tranquilidad encontrar que no estoy solo en este sentimiento y que, por el contrario, los mocktails o cocteles sin alcohol son una excelente alternativa para disfrutar de una larga noche, ya sea en pareja o en familia… o con esos amigos que toman como rusos. Desde la dedicatoria del libro, el autor, Derek Brown –experto en licores y cocteles, reconocido por su trabajo en el Columbia Room, ganador del Best American Cocktail Bar en los Spirits Awards 2017–, escribe en mi misma sintonía: “Porque prefiero las mañanas claras a las noches de oscuridad, hijo”.
Y es que, no mucho después de que nació su bebé, Derek decidió dejar de tomar como solía hacerlo. Como bartender, propietario de un bar y experto en el arte de la mixología, utilizó las técnicas aprendidas a través de los años para crear un arsenal de bebidas sofisticadas, cumplidoras y deliciosas. El resultado es un tomo en inglés con 60 recetas de cocteles sin alcohol –o con muy poco alcohol– ideal para gente que, como yo, disfruta de salir sin perderse en la noche ni sufrir una cruda abominable. “Durante 20 años estuve aprendiendo los secretos de la mixología y los últimos cinco estuve aplicándolos sabiamente. La idea es que cada lector encuentre su propio camino en este libro pero, les aseguro, la recompensa cuando finalicen este viaje son excelentes bebidas, con o sin alcohol”, escribe Derek.
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Quien se atreva a demeritar un coctel sin alcohol o con poco, sólo demuestra que no conoce nada de mixología. Crear estas bebidas no es algo tan sencillo como sólo retirar el alcohol de la receta, por el contrario, deben presentar un balance muy diferente a los cócteles con espirituosos. De hecho, las bebidas que Brown propone y recopila tienen especial atención en el sabor, la textura, el cuerpo y hasta en el picor porque –seamos serios– son bebidas para adultos, sorprendentemente complejas.
Detrás de este libro hay investigación histórica, adaptaciones delicadas de cocteles clásicos y propuestas completamente nuevas. Desde luego, enlista herramientas, técnicas, ingredientes y equipos para que puedas beberlos en casa… y muchos argumentos para que, como yo, te importe poco pedir cocteles sin alcohol en cualquier ocasión.
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2 cocteles sin alcohol que amamos de este libro:
Negroni Sbagliato
“A veces, lo único que queda es reírse de los mitos de ciertas bebidas icónicas. En este trago, por ejemplo, se dice que un distraído cantinero utilizó prosecco en lugar de ginebra y de ahí surgió el Negroni “Sbagliato” o falso Negroni. Como bartender, yo digo que esta historia es una estupidez: me he resbalado docenas de veces sirviendo y he tomado la botella equivocada, y nunca mis tragos espontáneos han sido tan buenos como éste. El Negroni Sbagliato es el producto de una cuidadosa elaboración y se nota en lo bien que sabe”, escribe Derek.
Tiempo total 5 min
Rinde 1 trago
Ingredientes:
- 1 oz. de Campari (o Lyre’s Italian
- Orange sin alcohol)
- 1 oz. de vermouth dulce (o Lyre’s Aperitif Rosso sin alcohol)
- 1 oz. de prosecco brut (o Thomson & Scott Noughty Alcohol-Free Sparkling Chardonnay)
- 1 rodaja de cáscara de naranja como garnish
Procedimiento:
- Combina todos los ingredientes líquidos en un vaso de cristal, agrega hielo y revuelve. Decora con rodajas finas de cáscara de naranja.
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Sherry Cobbler
“Hay pocas bebidas que me remiten tanto al verano como el Sherry Cobbler. Claro, el hielo picado y la fruta son señales inequívocas de que estamos en los meses más calurosos, pero el jerez también tiene mucho que ver. Su versión más aromática, aunque tendrá un sabor a nuez con notas de frutos secos (albaricoques, manzanas, etc.), también se puede adaptar con frutos rojos, naranja, y cereza, que llevan a la vanguardia a esta bebida”, asegura el autor.
Tiempo total: 5 min
Rinde 1 trago
Ingredientes:
- 2 oz. de sherry oloroso (jerez oloroso)
- ½ oz. de jarabe
- 2 rodajas de naranja cortadas finamente
- 1 cereza
- 1 rama de menta como garnish
Procedimiento:
- En una coctelera, combina el jerez, el jarabe y una de las rodajas de naranja; agita enérgicamente.
- Vierte la mezcla en un vaso de vidrio tipo highball, agrega hielo picado y decora con la brocheta de cereza, la ramita de menta y la otra rodaja de naranja.
- Sirve con un popote de acero.
Para más información sobre el libro Mindful Mixology da clic aquí.
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