Mezcales oaxaqueños que tal vez no conocías

No son los que verás en todos lados, pero si tienen una gran técnica y sabor
mezcales

Debido a sus producciones pequeñas y estilo artesanal no es posible encontrar estos mezcales en las grandes licorerías, pero si estás listo para adentrarte en el mundo del mezcal, estas son algunas de las etiquetas de las que debes estar al pendiente.

Para conseguirlos te sugiero escribir directamente las marcas para saber si tienen botellas disponibles y en dónde conseguirlos. En la Ciudad de México puedes encontrar algunas de estas etiquetas y muchas otras más en Mis Mezcales, una tienda especializada en el destilado en la Roma Norte.

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Espadín de Rey Campero

Empecemos por uno de los agaves más comunes para ir escalando hacia los más silvestres. Rey Campero es una marca que se produce en Candelaria Yegolé, un poblado en la Sierra Sur de Oaxaca. Su estilo es 100% artesanal y sus mezcales suelen ser muy aromáticos. El Espadín es la más tradicional de sus etiquetas, es cocido en horno de tierra, fermentado en tinas de madera y se destila en alambique de cobre. Su sabor es suave y sútil debido a que es añejado en cristal antes de ser embotellado. Debido a que los hacen el lotes pequeños y utilizan agaves salvajes, sus notas de cata suelen variar, pero casi siempre tienen un toque herbal. La etiqueta viene con las notas que puedes encontrar, así que deja que te guíe para elegir el que mejor se ajuste a tus preferencias.

Tobalá de Lalocura

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En Santa Catarina de Minas, el maestro mezcalero Eduardo Ángeles aprendió el arte del mezcal desde la cuna. Los mezcales que producen son ancestrales, es decir el agave es cocido en horno de tierra, molido a mano con mazos, fermentado en tinas de madera y destilado en ollas de barro. El Tobalá de Lalocura es brillante y con los toques frutales que suelen caracterizar a este tipo de agave, su final recuerda un poco a manzana verde con sutiles notas minerales que aporta el barro.

Largo de Real Minero

Real Minero es una de las marcas de mezcal más antigua, la familia Ángeles la comenzó en 1978 en Santa Catarina de Minas. Su pasión por la artesanía y la tradición, en conjunto con la visión para adaptarse los ha convertido en una de las etiquetas de mayor calidad en el mercado. Todos sus productos son destilados en olla de barro, lo que les da un característico toque terroso. Su mezcal hecho a base de agave Largo (de la familia Karwinski) tiene notas salinas y minerales, además este es un destilado en el que el barro es muy notorio y va mezclado con toques herbales. Es un mezcal raro de conseguir, así que si lo ves en alguna tienda, no dudes en comprarlo.

Tepestate de Tempestad

De Santiago de Matatlán, Tempestad utiliza agaves silvestres, los cuece en horno de piedra, los fermenta en tinas de encino y destila en alambique de cobre. Este mezcal tiene un sabor complejo y puede resultar fuerte si no estás acostumbrado a magueyes silvestres, pero dale una oportunidad para que te sorprenda.Tiene un aroma de plátano —debido a que los agaves crecen cerca de plantaciones de bananos— y su sabor es pungente, con notas ácidas y un final fresco.