En un esfuerzo ayudar al medio ambiente, McDonald’s cambió sus míticos popotes plástico blancos con franjas amarillas, por unos de papel en el Reino Unido. Sin embargo, el cambio ecológico que parecía prometedor y una buena cara para la marca, ha sido tema de conversación en redes sociales los últimos días.
Desde 2018 la cadena de comida rápida comenzó a retirar gradualmente los plásticos de sus locales británicos, gracias a una petición con más de 500,000 firmas en línea. Pero ahora que el cambio se ha hecho, los usuarios no están contentos con los resultados y reclamaron que los popotes eran inútiles y que se desintegraban rápidamente en su bebidas. Ante la polémica, McDonlad’s los cambió por unos de papel más grueso, pero el problema con estos popotes es que (de acuerdo la marca) no se pueden reciclar.
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McDonalds utiliza 1.8 millones de popotes diario en todo el Reino Unido y todos son tirados a la basura. Según un reporte de la BBC, aunque los popotes estaban hechos con materiales reciclables, debido a su grosor es demasiado difícil reciclarlos. La compañía no ha dado un explicación clara del por qué (más allá del grosor), pero muchos expertos en desarrollo sustentable de Reino Unido y Países Bajos, dicen que no tiene mucha lógica que esa sea su única explicación, ya que las fábricas de reciclaje también trabajan con cajas de cartón grueso.
A pesar de las quejas e incluso reclamos para que vuelvan los popotes de plástico, McDonald’s no ha dado respuesta y hasta la fecha siguen usando los de cartón.