Tal vez pienses que todas las parejas de carbohidratos y mantequilla para desayunar son iguales, pero hay una que le gana a todas: crumpets con mantequilla. Si nunca has probado uno, es más fácil explicar qué no es. No es un hot cake, no es un pan o un pastel. Tampoco se debe confundir con su primo, el muffin inglés. Aunque ambos se cocinan sobre una plancha o una sartén de hierro forjado, los muffins ingleses se hacen con masa, mientras que los crumpets se preparan con una mezcla líquida, espesa y cargada de levadura.
Lo que hace verdaderamente a un crumpet (especie de mini bollos) son los pequeños agujeros en el produco terminado, los cuales se forman durante la cocción como parte del proceso de levado. Su textura es suave y esponjosa por dentro y crujiente por fuera. Esta esponjosidad es esencial para absorber la mantequilla, es decir, el propósito inherente de un crumpet.
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Son esenciales para desayunar en Gran Bretaña, donde pueden encontrarse listos para comer en el supermercado, al igual que en mi nativa Australia (¡donde los tostadores tienen una configuración especial para crumpets!). Pero como todo lo bueno, son mejores hechos desde cero. El único equipo especial que se requiere son los moldes en forma de aro, que no son nada caros y se encuentran en línea fácilmente.
La mayoría de las recetas de estos panes tipo bollos requieren dos etapas de levado. Pero, ¿quién quiere esperar de dos a tres horas para hacer desayunar esta delicia? Experimenté con una santa trinidad de suero de leche, levadura instantánea y bicarbonato de sodio y logré los mismos –si no es que aún mejores– resultados, esponjosos y crujientes, que buscas al hacer un crumpet, con sólo 45 minutos de tiempo de levado. Además, el agregar harina de espelta les da una textura y sabor más satisfactorios.
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Los crumpets son vehículos maravillosos para toppings dulces y salados, pero el clásico e inadulterado combo es mantequilla y miel. A partir de ahí, puedes experimentar con una base cremosa como ricotta batido, crème fraîche, queso de cabra o mascarpone. Agrega toppings dulces como mermelada, crema de limón o compotas de fruta, o salados como salmón, camarones encurtidos, cangrejo o huevos pochados con jamón. Al final del día, no hay reglas; el crumpet es tu lienzo en blanco: adórnalo como quieras.
Toppings a tu manera
Los crumpets son excelentes con un poco de mantequilla, pero prueba estos toppings para llevarlos al siguiente nivel.
Estilo bagel: crème fraîche + salmón + cebollín.
Primera clase: feta batido + carne de cangrejo en trozo + cebolla morada encurtida + hueva de salmón.
Miel y más: ricotta batido + miel + tomillo.
Agridulce: labneh + crema de limón + mermelada de naranja y romero.
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Tips para crumpets de ensueño
HAZ LA MEZCLA
Prepara la mezcla siguiendo las instrucciones. Cubre y deja reposar a temperatura ambiente hasta que la superficie de la mezcla tenga muchas burbujas, por 45 minutos aproximadamente.
PRECALIENTA LA SARTÉN Y LOS AROS
Calienta una sartén de hierro fundido de 30 cm a fuego bajo. Barniza la sartén con aceite, y los aros con aceite en spray. Colócalos sobre la sartén para precalentar.
AGREGA LA MEZCLA A LOS AROS
Vierte la mezcla en cada aro hasta la mitad. Cocina hasta que la superficie esté cubierta de pequeños agujeros y la mezcla esté seca en las orillas, por unos 8 minutos.
RETIRA LOS AROS
Con pinzas levanta cuidadosamente y retira cada aro, dejando los crumpets sobre la sartén. Reserva los aros a un lado para los siguientes crumpets.
DALES LA VUELTA
Con la ayuda de una espátula pequeña, rápidamente y con cuidado, dales la vuelta a los crumpets.
TERMINA DE COCINAR
Cocina los bollos hasta que las bases estén doradas, de 1 a 2 minutos.
