¿La copa puede mejorar o empeorar un vino?

Un grupo de sommeliers lo comprobó.

julio 15, 2019

¿La copa puede mejorar o empeorar un vino?

Foto: Pexels

La historia de las copas se transformó con el descubrimiento de la técnica del vidrio soplado, un avance que las volvió más ligeras y que permitió apreciar el color, el brillo y la densidad del vino.  En el siglo XVIII el vidrio fue reemplazado por el cristal, un material poroso que, al chocar con el líquido, ayuda a que los aromas levanten vuelo y los podamos percibir. 

Muchas veces los parámetros de compra de una copa son ajenos al vino. Se toma en cuenta el precio, la resistencia y la estética . Pero ¿para qué tomar un buen vino en una copa que no enriquece la experiencia?

Con esta premisa en mente, un grupo de sommeliers probaron vinos del mismo varietal (Albariños de Rias Baixas) en distintas copas para tratar de encontrar la adecuada. 

Los vinos 

El ejercicio de cata se realizó con seis etiquetas del mismo varietal, todos albariños. Vinos con elaborados en acero inoxidable y otros con paso por barrica. 

Xion

Pedro de Soutomaior

Vionta

Pazo Baión

Quinta de Couselo

Pazo de Señorans

1. Riedel O Tumbler modelo Sauvignon Blanc

Ilustración: Alberto Caudillo

Ovoide, sin tallo y con un diámetro de apertura  reducido que permite direccionar el flujo del vino a la punta de la lengua donde destacan los sabores de fruta madura al mismo tiempo que minimiza la potencia alcohólica y evita el contacto con los costados de la lengua donde se percibe la acidez

El resultado: se destacó la mineralidad típica del Albariño y  ausencia del alcohol

2. Riedel Vinum Modelo Riesling

Ilustración: Alberto Caudillo

Con tallo que obliga  a inclinar la cabeza hacia atrás, logrando un flujo del vino que pasa por la punta de la lengua y no toca los costados de la misma.

El resultado: se destaca la alcalinidad, una nota que recuerda a los riesling alemanes

3. Riedel Veritas Modelo Viognier

Ilustración: Alberto Caudillo

Una copa más corta y con un diámetro de  apertura que entrega el flujo del vino a las zonas del paladar donde se resaltan las notas cremosas de un gran vino blanco con paso por lías o barrica de roble.

El resultado: se percibe el vino con una nariz más discreta pero destaca un componente a brisa marina que lo hace más complejo mientras que en la copa Riesling el vino se torna más punzante y rústico.

4. Riedel Vinum XL modelo Oaked Chardonnay 

Ilustración: Alberto Caudillo

De forma esférica que permite a los aromas más intensos de alcohol y fruta albergarse en la parte más ancha de la copa dejando las notas minerales y florales en la parte superior de la copa. Esta forma esférica permite identificar la complejidad de los vinos blancos con añejamiento.

El resultado: el vino se percibe más brillante pero en nariz se pierde y se marca el alcohol. Además entra en la cavidad bucal, toca la punta de la lengua e inmediatamente los costados de la misma y explotan los cítricos y la acidez.

El veredicto:

La copa que enriquece la experiencia es la original Wine Tumbler sin tallo.


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