La ardilla es una proteína que raramente aparece en la mesa promedio de cualquier país pero, aunque no lo creas, esta proteína se consumía hace algunos años de manera frecuente. Durante la época colonial los estadounidenses lo cocinaban con vegetales siendo una de las proteínas de caza y un artículo publicado por The Guardian asegura que los que no la comemos, nos estamos perdiendo de algo muy bueno.
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Históricamente, las ardillas han estado en la dieta de las personas desde que se conoció la caza; principalmente se consumía en estofado. Era considerada un platillo insignia en libros de cocina del siglo XX como el clásico American Cookery de James Beard. Aunque la ardilla no es la comida predilecta de muchos ya hay establecimientos como el del chef Martin Picard en Montreal que tienen este platillo en su menú.
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De acuerdo a una publicación de National Geographic, expertos en comida señalan que la ardilla gris (sciurus carolinesis) es la nueva proteína responsable: sustentable y saludable. Es una especie arbórea originaria del este y medio oeste de Estados Unidos y de algunas zonas de Canadá. En México las encontramos al norte de la península de Baja California.
Steve Sullivan curador de ecología urbana en el Peggy Notebaert Nature Museum de Chicago y fundador del proyecto Project Squirrel señala que la población de las ardillas es tan grande que podrían consumirse el 80% de la población sin causar efectos negativos.
Las ardillas grises fueron introducidas en Gran Bretaña en 1870 y se estima que hay dos millones y medio de especies solo en Inglaterra. En México, los expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México señalan que hay una sobrepoblación de ardillas que se convierte en plaga urbana. Las ardillas son roedores pertenecientes a la familia Sciuridae y cuenta con 261 especies en el mundo. En México hay 35 especies.
