Trucos para que tus papas fritas queden perfectas

Conviértete en un jedi de las papas fritas
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Hoy te daremos algunos tips para que las papas fritas queden perfectas al cocinarlas. Cómelas con moderación porque no vamos a mentir: sí tienen montones de calorías y necesitas bastante aceite para que queden geniales, pero definitivamente es un placer que vale la pena. 

Elige bien las papas

Si eres un ortodoxo de las papas y no quieres que te queden con textura aguada, se quemen o termines preparando un huevo con papa para salvarlas, elige las correctas. Parece algo sencillo, pero no todas las papas sirven para lo mismo: unas se cuecen, otras se guisan y otras terminan en un puré como guarnición. Esto no significa que no puedan quedar decentes, pero si buscas la perfección, vale la pena invertir un poco de tiempo y cuidado al elegirlas.

Elige qué prefieres: que queden doradas o crujientes. Las papas nuevas o tempranas te darán una textura más crocante y firme, mientras que las semi tardías te quedarán más doradas y blandas. Las mejores variedades para elegir son Monalisa, que encontramos normalmente en los mercados y recauderías, tienen forma regular y su piel es clara y la carne es de tono amarillo; la papa agria también funciona muy bien, su carne es compacta y contiene pocos azúcares, con ellas lograrás que tus papas fritas queden crujientes por fuera y suaves por dentro. Si quieres explorar opciones menos conocidas pero que también sirvan para freír, busca Spunta, Baraka, Nagore, Caesar o Bintje.

Remoja para disminuir el almidón 

Este secreto cambiará por completo la textura de tus papas fritas: remoja tus tubérculos en agua, durante 30 minutos antes de cocinar. Esto hará que se retire el exceso de almidón

Escurre bien

Recuerda que si mezclas agua con aceite puede haber accidentes terribles. Toma precaución y deja que las papas no guarden exceso de agua después de escurrirlas. No se te ocurra nunca meterlas al aceite cuando están mojadas.

Corta las papas de tamaño similar

Las papas perfectas lo son porque se parecen entre sí. Evita cortarlas de tamaño muy disparejo porque el sabor y textura pueden variar. Recuerda que una lámina delgada se cocerá más rápido que un cuadrado gordito.

Sazónalas con sal y una pizca de pimienta

Mi truco para que queden bien de sabor es sazonarlas antes de freírlas. No es necesario que las bañes en condimentos, pero sí que la carne de la papa absorba un poco de sal y una pizca de pimienta (opcional) de manera menos superficial. Eso hará que al final utilices una cantidad mínima para que agarren sabor.

Cuida la temperatura

No es necesario que uses herramientas extremadamente precisas. Si vas a hacerlas en una olla grande, sartén o freidora, hay un truco que puede servir. Precalienta tu recipiente durante cinco a diez minutos a fuego medio, luego agrega aceite de girasol semirefinado y, por último, con mucho cuidado arroja una pequeña miga de pan. Si se va al fondo, tenemos la temperatura correcta, pero si brinca y sube rápido, baja un poco el fuego. La temperatura que estamos buscando para la perfección de las papas fritas es de 140°C aproximadamente. 

No te limites

Recuerda: estás haciendo papas fritas. No pienses que si pones menos aceite estarás consumiendo menos grasa. Recuerda que si tienes suficiente líquido es probable que tus papas no tengan que estar tanto tiempo en el aceite para que queden doradas y crunchy.

Escurre y sazona de nuevo

Tus pequeñas papas perfectas ya casi están listas. Sólo falta que escurras bien y sazones de nuevo. Pónlas en papel absorbente y añade una pizca más de sal y pimienta. Recuerda que esta vez es sólo una pizca porque ya sazonamos previamente. ¡Disfruta!

Pd: Sé responsable con el aceite

¡No lo tires por el drenaje! El aceite usado es altamente contaminante. Almacénalo en una botella de PET en un lugar fresco y luego llévalo a una planta de procesamiento de aceites, donde se encargarán de que este líquido no termine contaminando ríos o mares.

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