A diferencia de muchas otras grandes variedades de uva, la Nebbiolo está geográficamente limitada. Un puñado de muy buenos ejemplos se pueden encontrar en Baja California y Arizona, pero esta es una uva cuya reputación está firmemente arraigada en la región del Piamonte de Italia, donde alcanza su punto máximo con Barolo y Barbaresco. Estos son vinos que a menudo evolucionan a lo largo de las décadas en tintos de perfume inquietante, sabor inolvidable y magnificencia de maridaje.
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¿Qué es el Vino Nebbiolo?
Nebbiolo es el nombre de la variedad de uva tinta que se utiliza para producir los grandes embotellados de Barolo y Barbaresco, ambos obligados por ley a elaborarse íntegramente a partir de ella. También está en el corazón de los vinos tintos de Roero, también en Piamonte, así como de Gattinara. En los cuatro lugares, los vinos producidos en Nebbiolo muestran tanto el carácter inherente de la variedad de uva como los atributos únicos del terroir y el microclima de cada uno.
¿De dónde viene el vino Nebbiolo?
Las uvas Nebbiolo se cultivan principalmente en la región de Piamonte en Italia, que se encuentra en el noroeste del país. Los dos vinos más famosos de Piamonte se elaboran íntegramente con esta uva: Barolo y Barbaresco. Tradicionalmente, el Barolo era el más “poderoso” de los dos, pero retratar a ambos como los mismo es engañoso. Dado que cada uno se compone de cosas diferentes, individuales y expresiones notables en su propia forma. Los vinos a base de Nebbiolo en La Morra de Barolo, por ejemplo, son muy diferentes a los que se cultivan en Serralunga d’Alba. En Barbaresco, los vinos de Neive son claramente diferentes de los que se cultivan en Treiso. Y cuando se trata de viñedos individuales y MGA (esencialmente la versión italiana del concepto francés de cru), el análisis de la tierra se vuelve aún más granular.
Además de Barolo y Barbaresco, en Roero, también en Piamonte, se elaboran excelentes vinos a base de Nebbiolo. Allí, Nebbiolo es el corazón tanto de Roero como de Roero Riserva, como lo es con Gattinara, otro vino a base de Nebbiolo menos famoso pero aún muy digno. Langhe Nebbiolo es un vino tinto basado en la variedad de uva homónima, y es una manera maravillosa de experimentar los vinos tintos basados en Nebbiolo de Piamonte, sin tener que gastar mucho dinero, o incluso esperar tanto tiempo para que el vino esté listo. Tanto el Barolo como el Barbaresco a menudo necesitan varios años para madurar antes de estar en su mejor momento.
Además, incluso en otros países se pueden encontrar estas varietales, como es el caso de México en la región de Baja California, o de Estados Unidos con Arizona, donde Caduceus Cellars produce excelentes uvas.
¿Por qué beber vino Nebbiolo?
Esta uva produce algunos de los vinos más profundos de Italia. Entre los grandes tintos del país, suele figurar junto a destacados como Brunello di Montalcino y Chianti Classico (ambos vinos basados en Sangiovese), entre otros. Nebbiolo no sólo produce un vino excelente por el carácter de la propia variedad, sino que también tiene la capacidad de transmitir la naturaleza de la tierra en la que crece con especial claridad y profundidad. Está profundamente ligado a esta parte de Italia de maneras fascinantes y de larga data.
Los vinos producidos a partir de Nebbiolo también tienen la capacidad de envejecer brillantemente, lo que los convierte en excelentes adiciones a las colecciones personales de vinos. Una buena estrategia para coleccionar vinos elaborados a partir de la variedad es abastecerse de los que se beben antes, como Roero Rosso o Langhe Nebbiolo.
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¿A qué sabe el Nebbiolo?
A pesar de su envejecimiento, cuando se cultiva en las mejores ubicaciones, en realidad no es una variedad de uva abiertamente poderosa. Su color tiende hacia el translúcido, frente a los tintos más opacos y oscuros de uvas como la Cabernet Sauvignon o la Syrah. Aún así, estos vinos tienen mucha complejidad y estructura, y los mejores ejemplos son enérgicos con acidez y enmarcados con taninos asertivos que les permiten envejecer durante décadas.
En su juventud, los vinos tintos a base de Nebbiolo tienden a exhibir bayas y cerezas, así como toques de cítricos como la naranja sanguina, el sabor de los minerales o el alquitrán y toques de champiñones. Sin embargo, a medida que estos vinos maduran, a menudo emergen rosas y trufas.
Este se debe disfrutar en una copa de Nebbiolo o Pinot Noir, y a una temperatura un poco menos fría que la de la bodega. Aún así, no los enfríes demasiado: Cold Nebbiolo resultará desagradablemente tánico y astringente. Decantar una gran botella de Barolo o Barbaresco suele ser una buena idea, al igual que acompañarlo con comida.
Nebbiolo con trufas es un clásico. En Piamonte, un estándar querido es la pasta rica en yema de huevo con trufas blancas encima. Aunque también funciona muy bien con carne de res y quesos duros, ya que la grasa y la proteína en la comida ayudan a domar la estructura del vino y permiten que brille más de su complejidad interna.
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Cinco grandes vinos de Nebbiolo
Hay innumerables grandes vinos Nebbiolo en el mercado hoy en día. Estos cinco productores, enumerados alfabéticamente, son una manera perfecta de comenzar a explorar esta varietal.
Gaja
Uno de los productores más icónicos de Barbaresco y Barolo —y líder en el renacimiento de estos grandes vinos— es el trabajo de Angelo Gaja y su familia, quien goza de una reputación que va mucho más allá del Piamonte. El Dagromis Barolo 2019 está diseñado para la bodega, el cual emerge notas de cereza bellamente translúcidas, que se unen con notas distintivas de pétalos de rosa y un toque de manzanilla, especias amaderadas y un final largo y agradable que perdura.
El Barbaresco 2019 necesita más tiempo en la copa, o mejor aún, una temporada en la licorera, pero escondido debajo de su quietud inicial es un vino de elegancia y fuerza sutil, con fresas silvestres, guindas, la sugerencia de agua de rosas y frambuesas junto con té rooibos, naranja sanguina y un núcleo serio de mineralidad que recorre el largo y equilibrado final. Ambos serían excelentes adiciones a una colección.
Pío César
Uno de los productores icónicos de Piamonte, Pio Cesare ha estado presente desde 1881, y su línea es conocida y muy respetada. Un rayo puro de violetas aromáticas informó cerezas rojas, hojas de otoño recién caídas y trufas blancas ante un paladar vibrando con regaliz, lavanda, cáscaras de naranja, arándanos y alquitrán. Es sedoso y enérgico, y ahora mismo está en su apogeo.
Renato Ratti
Ratti produce una variedad de vinos en Piamonte, incluidos cuatro botellas de Barolo. Su Barolo DOCG Marcenasco 2016, se encuentra en un punto fabuloso de evolución, una expresión madura pero aún vibrante de La Morra cuyos aromas elevados de escaramujos, cáscara de naranja seca y regaliz se contrarrestan con toques de suelo de bosque, todos los cuales dan un toque paladar de elegancia y energía, con bayas rojas y semillas de granada que le dan profundidad con flores secas, naranjas sanguinas, cerezas bing y especias amaderadas. Ciertamente puede envejecer por años más, pero es difícil resistirse en este momento.
Cuco Tenuta
Cucco ha estado produciendo vino desde 1967 y su Barolo DOCG Cerrati 2016 es excelente. Es de un sitio con orientación sur-suroeste en Serralunga d’Alba, y aunque todavía está dominado por su estructura tánica, es una gran promesa para la bodega. En otros cinco a diez años, esto realmente debería brillar. En este momento, sin embargo, la decantación permitirá que su menta y salvia, cerezas frescas, bayas de montaña, lavanda, granos de pimienta molidos y caldo de boletus secos, resultan notas muy atractivas.
Villadoria
De propiedad familiar desde hace más de medio siglo, Villadoria produce tintos, blancos y rosados. Su Bricco Magno Langhe Nebbiolo 2014 demuestra que los vinos etiquetados como tales pueden envejecer absolutamente bien. A este todavía le queda tiempo, pero sus notas de fresas deshidratadas, arándanos y cáscara de naranja, todas salpicadas con té rooibos, todavía están enmarcadas por taninos que prometen otros siete a diez años de evolución, y posiblemente más.
Su Barolo del Commune di Serralunga d’Alba 2014 también es una delicia con notas a hojas secas y las trufas frescas, pimienta blanca, cerezas y la más leve sugerencia de huesos de cereza.
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