
Conocido como Kaiserschmarrn en su país de origen, este estilo de hot cakes se caracteriza porque la masa cocida va rasgada, en tiras. Los trozos gruesos, esponjosos y reconfortantes se espolvorean con azúcar y se sirven con compota de frutas. En su restaurante République, en Los Ángeles, la chef Margarita Manzke sirve su versión completa con la compota cocida al instante para darle sabor a cada bocado.