En busca del santo panettone

Durante años, el panettone fue ese dulce italiano que aparecía en Navidad casi de puntillas, envuelto en celofán y con fama de llegar seco a la sobremesa. Por suerte, esa etapa quedó atrás. Hoy se ha convertido en un pequeño objeto de deseo gastronómico y, aunque su ADN siga siendo profundamente italiano, en España se está jugando ya en otra liga. Panaderías, pastelerías y proyectos locales han elevado el listón hasta situarlo a un nivel técnico y creativo comparable —y en algunos casos sorprendente— al de sus referentes de origen.

Clásico o reinterpretado, en formato regalo o servido a cucharadas, este icono milanés se ha integrado con naturalidad en nuestras celebraciones y, año tras año, se vuelve un poco más español. Esta selección reúne algunos de los panettones que mejor explican esa evolución. Y también por qué ya no se compran por compromiso, sino por puro placer.

MALLORCA: La tradición se sale del guion

Mallorca lleva décadas formando parte del imaginario dulce español y, desde hace unos años, también lo hace en clave panettone. A sus versiones ya reconocibles —clásico, chocolate y capuccino— se suma esta temporada una edición limitada que invita a salirse del guion: dulce de leche con canela y limón, una combinación inesperada que funciona por contraste, entre cremosidad, especia y un frescor cítrico que limpia el paladar.

Aquí el valor está en su lectura local del panettone: sabores familiares, perfiles reconocibles y una ejecución pensada para un público amplio. El clásico apuesta por aromas de mantequilla y vainilla, con pasas al ron y cítricos confitados; el de chocolate juega con distintos matices; y el capuccino conecta directamente con la sobremesa española. Un panettone pensado para mesas donde el turrón no ha desaparecido, pero siempre queda hueco para algo más. Porque, al final, nadie se levanta de la mesa cuando todavía queda panettone.



PVP panettones: 38 €

IZADITTONE: Un panettone con acento de bodega

Izadittone es lo que ocurre cuando el mundo del vino decide sentarse a la mesa del panettone. El proyecto une a Bodegas Izadi con Loison, una de las pastelerías artesanas más respetadas de Italia, y el resultado tiene algo de conversación larga y copa bien servida.

La incorporación del orujo de vino no es un gesto decorativo: aporta complejidad aromática, un fondo ligeramente cálido y un perfil claramente adulto. Es un panettone que se entiende mejor con una copa que con un café, pensado para quienes disfrutan los matices y las sobremesas que se alargan sin prisa. Junto a esta versión más vinícola, Izadittone ofrece también interpretaciones más clásicas, manteniendo siempre una identidad reconocible y bien definida. De esos que se cortan despacio y se comentan.

PVP: 30 €

LE CREAZIONI DI GIULIA: El regalo ideal

Los panettones de Le Creazioni di Giulia juegan en otro registro. Aquí importan tanto el sabor como el gesto, el detalle y una estética cuidada que convierte cada pieza en un regalo ideal, nunca improvisado. Bajo el proyecto Panettiamo 2025, la firma italiana propone una colección que entra por los ojos antes de llegar al plato.

El Tradizionale, con frutas confitadas y naranja siciliana, dialoga con la memoria; el Cioccolato, con chocolate negro 70 %, apuesta por una intensidad elegante; y la gama se abre a versiones más festivas como el Pistacchio, con crema de pistachos de Bronte (los más preciados de Italia) DOP, o el Limoncello, fresco y delicioso. Panettones que funcionan igual de bien en la mesa que envueltos con lazo. Y eso no siempre sale tan bien.

PVP: desde 35 €

LUNA ROSSA: Navidad italiana con joya artesanales 

Para quienes prefieren comprar el panettone en un restaurante italiano historico, que se considera una verdadera institución, Luna Rossa es el sitio, cada Navidad. Aquí no eliges marca, eliges criterio, y eso se nota.

El restaurante madrileño reúne algunos de los nombres más interesantes del panettone artesanal italiano. Junto a clásicos consolidados como Il Forno Gentile, desde Gragnano (Nápoles), o Albertengo, histórica casa piamontesa activa desde 1950, destaca este año el Altamura Clásico, vencedor absoluto de la cata de panettone organizada por el propio establecimiento el pasado mes de noviembre y medalla de plata en el Campeonato Mundial de Panettone 2023. Un panettone magnifico, fragante y de corte clásico, imposible de olvidar. 

PVP: 48€

NEGRINI: El italiano pionero para quien sabe lo que busca

Detrás del panettone Negrini está Nicoletta Negrini, una de las grandes prescriptoras del producto italiano en España y figura clave en la introducción de iconos hoy imprescindibles en nuestra despensa, como la mortadella, la burrata o, por supuesto, el panettone artesanal bien entendido. Su criterio ha marcado escuela y su portfolio reúne algunos de los nombres más prestigiosos de la gastronomía italiana. El panettone, como no podía ser de otra manera, mantiene ese mismo nivel de exigencia.

La propuesta es clara y deliciosa: elaboración artesana, materia prima impecable y una coherencia que se percibe desde el primer corte. El clásico ofrece una miga alta y limpia, de alveolado sublime, construida a partir de una selección rigurosa de ingredientes; la versión al chocolate propone una alternativa más intensa para quienes prefieren prescindir de las frutas confitadas —el gran dilema navideño—. Es el tipo de panettone que se corta, se sirve, se disfruta… y la conversación sigue. Como debe ser.

PVP: entre 22,50 y 25,50 €

CASA LOSITO: El placer manda

Dentro del universo de Casa Losito, el Marron Glacé e Cioccolato es el panettone que apela directamente al placer. La castaña confitada aporta un dulzor profundo y reconfortante, mientras que los trozos de chocolate negro añaden contraste y un punto claramente goloso que desata la lujuria

Casa Losito es una de esas firmas que entienden el panettone como un ejercicio de equilibrio entre tradición italiana y disfrute sin complejos. Elaborados en Italia, con una gama amplia y gozosa, sus panettones destacan por una relación calidad-precio muy afinada y por una propuesta pensada para llegar a públicos distintos sin perder coherencia. 

Es el panettone que se corta en lonchas generosas y se sirve con una sonrisa, para quienes disfrutan del lado más indulgente de la Navidad. Junto a esta versión, la casa completa su colección con propuestas como el Tradizionale, el Gocce di Cioccolato, el Cioccolato e Pera o el 3 Cioccolati, cubriendo todos los perfiles sin perder identidad. Aquí manda el gusto.

PVP: entre 18,75 y 22,45 €

BIBÌ E BIBÒ: Con helado es más divertido

Bibì e Bibò lleva el panettone a otro terreno: el del helado artesanal. La casa, especializada en heladería italiana de corte clásico, trabaja el producto con el mismo respeto que pondría en una masa fermentada. A partir de panettone tradicional, elabora un helado al mascarpone cremoso y envolvente, donde reaparecen las notas de mantequilla y fruta confitada en clave fresca y ligera.

No es una ocurrencia puntual, sino una forma distinta de entender el postre navideño, coherente con su manera de trabajar y pensada para alargar la sobremesa sin pesadez, cuando el café ya va por el segundo. La propuesta se completa con sus panettones artesanales —clásico y chocolate— y un pandoro tradicional, configurando un pequeño universo propio para quienes disfrutan saliéndose del guion sin renunciar a la tradición.

PVP panettones: 22 €

ANDREA TUMBARELLO: El italiano más divertido

Andrea Tumbarello es uno de los cocineros italianos más queridos del panorama gastronómico nacional Al frente de Don Giovanni, ha sabido acercar la cocina italiana al gran público con una mezcla de rigor, carisma y sentido del humor arrollador que le define

Cada año regresa con su propuesta para las fiestas con la naturalidad de quien ya forma parte del ritual. Elaborado junto al mítico pastelero, impulsor del panettone artesanal español, Paco Torreblanca, su panettone de chocolate es directo, reconocible y honesto. No busca giros técnicos ni fuegos artificiales, sino una experiencia fiable, año tras año. Goloso, fácil de compartir y cómodo en cualquier mesa, es de esos panettones que se compran sabiendo que van a gustar. Cuando algo funciona así, repetir no es rutina: es tradición.

PVP: 32€