Frutas que cambian la percepción de lo que estás comiendo

Aunque el sentido del gusto es el principal en los alimentos, comer es una experiencia multisensorial. Desde la vista hasta el olfato, todos los sentidos están atentos a la experiencia. Pero hay ciertos alimentos que crean una reacción química que juega con nuestro cerebro. A continuación te contamos sobre algunos frutos que reaccionan de forma […]

noviembre 8, 2019

Frutas que cambian la percepción de lo que estás comiendo

Foto: Brooke Lark / Unsplash

Aunque el sentido del gusto es el principal en los alimentos, comer es una experiencia multisensorial. Desde la vista hasta el olfato, todos los sentidos están atentos a la experiencia. Pero hay ciertos alimentos que crean una reacción química que juega con nuestro cerebro. A continuación te contamos sobre algunos frutos que reaccionan de forma extraña con nuestro sentido del gusto, cambiando el sabor y la percepción de lo que estamos comiendo.

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Piña

Seguro te ha pasado cuando comes demasiada piña, o la piña está muy verde se te escalda la lengua. Esto sucede porque la fruta contiene bromelina, una enzima que descompone las proteínas, así que al comerla literalmente ataca el tejido de tu lengua —aunque claramente el daño es leve y tu lengua se repondrá pronto—.

Synsepalum Dulcificum

Conocida coloquialmente como baya mágica, este fruto africano cambia los alimentos ácidos o amargos en dulces. Esto se debe a que en su pulpa tiene una sustancia que se llama miraculina, esta se une a las papilas y tapa por completo los sabores ácidos y amargos por hasta 60 minutos.

Su uso más conocido en la cocina fue por el chef molecular Homaru Cantú, quien solía hacer un cheesecake sin azúcar, queso o grasa. Únicamente usaba crema ácida baja en grasa, una rodaja de limón y una tableta de la baya mágica. Actualmente esta fruta ya no es tan utilizada en la gastronomía, pero sí existen experiencias en donde pruebas una tableta y luego pruebas una serie de alimentos como limón, chile y café para notar cómo funciona.

Chile

El efecto picante de los chiles en realidad se debe a un químico que se llama capsaicina. Este se encuentra en la capa esponjosa que está en el interior del chile y al entrar en contacto con la boca produce reacción en un receptor llamado TRPV1. La función principal de estos receptores es avisarle al cerebro si comemos algo muy caliente. La capsaicina se une a los receptores, mandando una señal al cerebro que literal nos hace sentir como si nuestra boca se estuviera quemando.

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