Arroyo es un restaurante icónico al sur de la Ciudad de México, fundado en 1940 por don José Arroyo Perea y doña María Aguirre de Arroyo. Este histórico espacio comenzó como un puesto de barbacoa muy sencillo a la orilla de la carretera, en Prolongación Insurgentes, pero con el paso del tiempo se convirtió en un coloso con distintas amenidades y más de siete salones.
Jesús “Chucho” Arroyo fue el hijo de ambos fundadores, se hizo cargo del negocio a partir de 1955 y empezó a construir los salones que hay actualmente. De acuerdo a testimonios familiares, don Chucho fue un visionario que logró crecer el legado familiar. Logrando instalar en el Restaurante El Arroyo hasta siete salones diferentes, una plaza de toros y espectáculos como obras de teatro con reconocidos actores mexicanos.
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Ayer, domingo 11 de julio, por la tarde se anunció el deceso del empresario ‘Chucho’ Arroyo, quien falleció a los 87 años tras complicaciones médicas, que se dieron a conocer desde enero de este año.
El empresario, originario de Tulancingo, era una personalidad reconocida entre toreros, políticos y artistas, quienes solían reunirse en el Restaurante Arroyo, reconocido por ofrecer comida mexicana, principalmente barbacoa estilo hidalguense, mixiotes y carnitas, entre otras delicias.
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El domingo, el restaurante y la familia anunciaron que no habría servicio funerario y publicaron un video en honor a don “Chucho”, con testimonios de amigos cercanos.
“Chucho” Arroyo deja un hueco muy grande no solo en el restaurante Arroyo, sino en las familias mexicanas. Siempre será recordado como un hombre trabajador, cordial, ameno, amante de la comida mexicana y la fiesta taurina. La manera de honrarlo será seguir visitando el restaurante Arroyo, para recordar su alegría y aportaciones a la gastronomía mexicana en cada bocado.
Buen viaje, “Chucho”.
