El aeropuerto de Florencia, Italia, no tiene tantas comodidades como los aeropuertos significativamente más grandes de Italia en Roma, Milán y Venecia. No hay tiendas Hermes, no puedes comprar un Rolex antes de abordar y tus opciones para cenar se limitan a tres restaurantes. Pero el aeropuerto principalmente regional está a punto de someterse a una renovación masiva que durará varios años y que le dará una nueva área de llegadas y salidas, una pista reorientada y un viñedo en funcionamiento en su techo.
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El aclamado estudio de arquitectura Rafael Viñoly Architects ha compartido los planes para la transformación del aeropuerto, y el viñedo en la azotea es definitivamente la característica más inesperada. Según un comunicado de prensa, el viñedo incluirá 38 hileras de vides plantadas en macetas de hormigón y cubrirá una superficie total de 19 acres. Al momento de escribir este artículo, otros detalles son escasos, pero Rafael Viñoly Architects ha compartido que “un enólogo líder de la región” tendrá la tarea de plantar y cuidar el viñedo y el vino que se produce en… el aeropuerto. Será envejecido en bodegas ubicadas debajo de la terminal.
“Florencia es un lugar donde las cosas se convierten en hitos permanentes porque tienen un sentido fundamental de lógica interna y calidad”, dijo Rafael Viñoly, fallecido en marzo de 2023, sobre sus planes para el proyecto. “Debido a que el aeropuerto, que es la puerta a la ciudad y su cultura, está tan cerca del centro de la ciudad, éste debe ser un proyecto urbanístico, no un ejercicio de diseño aislado y divorciado de todo excepto las demandas técnicas de la aviación y la competencia por los pasajeros”.
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Además de producir vino, la presencia del viñedo también servirá para camuflar la apariencia del aeropuerto cuando se vea desde lo alto de los lugares emblemáticos de la ciudad, incluido el famoso Duomo en lo alto de la Catedral de Florencia. La terminal también tendrá una plaza central que estará abierta al público en caso de que los visitantes se cansen de mirar el David de Miguel Ángel en la Galería de la Academia, ver otras obras de arte atemporales en la Galería de los Uffizi o contemplar con nostalgia los arcos de Ponte Vecchio.
Aunque es una idea interesante, no todo el mundo está convencido. “Es difícil ver qué tiene de bueno realizar este esfuerzo de construcción para que los pasajeros puedan ver -aparte de algunos vistazos a través de tragaluces de enredaderas reales- la parte inferior de la estructura que sostiene un viñedo”, escribió el columnista Rowan Moore en The Guardian. “Uno también se pregunta acerca de los efectos de los humos de los aviones y los vertidos de combustible en la cosecha y los aspectos prácticos de combinar las cosechas con las funciones de un aeropuerto”.
De cualquier manera, tendremos que esperar un par de años para saberlo. Según la publicación italiana de arquitectura y diseño Domus, la renovación del aeropuerto se completará en dos fases. Se estima que el primero estará terminado en 2026, mientras que el otro no estará terminado hasta 2035. Hasta entonces, espero sinceramente que los visitantes todavía puedan encontrar una copa de vino decente… en la Toscana.
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