The Ritz-Carlton Grand Cayman es un hotel de lujo inspirado en la diversidad y riqueza cultural de las Islas Caimán, un soleado paraíso caribeño. Tras un minucioso proyecto de renovación que se llevó a cabo en 2021, el icónico resort se ha convertido en parte de la historia de la isla al integrar la cultura y elementos medioambientales en sus espacios. Un hotel de cinco estrellas inolvidable.
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El confort es una de las máximas de este hotel que nos permite múltiples posibilidades de ocio o relajarnos en una cabaña privada, junto a la alberca o en la playa. Ponen a nuestra disposición deportes acuáticos y aventuras inspiradas en Jean-Michel Cousteau, incluyendo snorkel, fotografía submarina y kayak. Para quienes prefieren tener los pies en la tierra, tienen canchas de tenis y pickleball y un campo de golf de nueve hoyos diseñado por Greg Norman. Algunas actividades se desarrollan fuera del resort, como navegar a Stingray City para jugar con rayas salvajes o al Queen Elizabeth II Royal Botanic Park, una reserva natural que alberga a la iguana azul, en peligro de extinción, y también visitar Pedro St. James, un lugar histórico de la década de 1780; o pasear por George Town y descubrir la artesanía local.
Seven Mile Beach de The Ritz-Carlton Spa ofrece tratamientos creados por los expertos de ESPA y 111SKIN. Programas faciales que combinan ingredientes de lujo con tecnología diseñada para obtener resultados visibles, y algunas terapias corporales que aprovechan el poder curativo de las plantas marinas y otros elementos naturales. El spa cuenta con santuarios de relajación para mejorar la experiencia de los huéspedes.
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The Ritz-Carlton Grand Cayman cuenta con más de 15 000 pies cuadrados de espacio para reuniones en interiores y exteriores, incluyendo un Estudio Culinario instructivo y Cayman Islands Royal Ballroom, un espacio que refleja los elementos naturales y las tradiciones artesanales de las Islas Caimán.
Pero, sin duda, uno de los puntos fuertes de The Ritz-Carlton Grand Cayman es la gastronomía. Seis restaurantes salpican el resort con una oferta y diseño diferentes. Andiamo, de inspiración italiana; Seven, un asador con cortes premium que ofrece un impresionante brunch durante el fin de semana; Taikun, la barra japonesa donde los pescados traídos desde Japón y Nueva Zelanda son los protagonistas, acompañados de caviar o trufa de temporada, y una de las selecciones de sake más importantes del Caribe. Saint June, junto a la playa, es un espacio refrescante donde las ensaladas y los bowls permiten disfrutar de las vistas al mar con cocina saludable y mixología unidas. Silver Palm Lounge, abierto durante todo el día, es el meeting point, el corazón del hotel, donde se sirve coctelería de autor, té, café y bocados ligeros y originales a cualquier hora con el servicio impecable y la música tropical más actual. Por último, el buque insignia del lugar: Blue, el restaurante del increíble Eric Ripert, chef y propietario de Le Bernardin, en Nueva York.
Además, organizan clases de cocina impartidas por los chefs del resort para los huéspedes.
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Marc Lagevin, alma y cerebro de The Ritz-Carlton Grand Cayman
En 2004 llegó a Gran Caimán el huracán Iván, que arrasó con la isla. Fue el año en que Marc Langevin, actual director general llegaba al hotel como director de operaciones del resort:Fue un momento muy duro, no había comida, ni agua, ni personal; cocinábamos arroz con frijoles para alimentar a las personas y trabajábamos duro y día a día para levantar lo destruido. En 2005 logramos abrir las puertas contratando gente y haciendo lo más sofisticada posible la experiencia en el hotel, ese año el huracán Wilma llegó a las costas de Cancún, y trajimos a muchas personas de allí para trabajar en nuestra apertura y aún siguen aquí.
En 2009 nace Cayman Cookout, en plena crisis mundial, cumpliendo hoy 15 años de existencia y convirtiéndose en uno de los eventos gastronómicos más importantes para el público norteamericano. Todo surgió con mi amigo Eric Ripert, y una copa de vino en la mano. La idea era hacer algo muy pequeño con chefs amigos como José Andrés o Anthony Bourdain en una época en la que estaban ya de vacaciones y podían venir tranquilos a disfrutar con sus familias y compartir con los clientes buena comida y buenos vinos. Y así se inició la magia de Cookout. Invitamos a chefs cercanos, pero también a nuevos talentos como Kwame o Kristen Kirsh. Algo que me encanta es que cada año, muchos son los mismos clientes que repiten la experiencia sin dudar.
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Sin duda, la gastronomía es un punto fuerte en el hotel con chefs de primera fila liderando cada uno de los conceptos: La parte culinaria es muy importante para nosotros y para nuestros clientes, a veces traemos a chefs de la India para hacer jornadas dedicadas a esa cocina y la gente viaja hasta aquí para disfrutar de estas iniciativas. Y por supuesto, la figura de Eric Ripert es muy importante. Recuerdo que cuando lo conocí hicimos match inmediatamente, estábamos haciendo la selección para abrir un restaurante con nombre propio y en seguida entendí su calidad humana, lejos de ser prepotente a pesar de lo importante que era su nombre.
El cliente principal llega desde los Estados Unidos y quiere conocer la cultura de la Gran Caimán, por eso Marc Lagevin decidió impregnar de la personalidad isleña las áreas comunes más importantes. El diseño actual del hotel y la gastronomía pretenden acercar al huésped a los sabores y colores de la isla y también hacemos experiencias en diferentes locaciones dentro del hotel así como en otros hermosos lugares de Gran Caimán. Hace un par de años decidimos integrar elementos locales en la remodelación, alejándolo del típico The Ritz-Carlton, empleando colores cálidos y mucha vegetación. Otro punto importante es el puente del arte que separa las dos torres principales, con obras de artistas locales y de Honduras, Jamaica, Cuba, y donde la gente se detiene a apreciarlas y a adquirirlas.
Seven Mile Beach, Islas Caimán
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