Por mucho que nos guste el pastel —y seamos sinceros, nos gusta mucho—, hasta el postre de miga más tierna es mejor cuando se añade icing o frosting. Cuando se hacen bien, añadir estos elementos es esencial para comer un pastel. Pueden cambiar el sabor, la textura, proporcionar adherencia para añadir decoraciones como flores o guirnaldas, y en muchos casos, incluso ayudan a evitar que se endurezca el bizcocho. Existe una gran cantidad de recetas de pasteles, galletas y bizcochos con coberturas específicas que nos facilitan mucho la vida, pero a veces tenemos que terminarla con ingredientes que tenemos a la mano. Pero entonces ¿cuál es la diferencia entre estas coberturas? ¿Cómo saber cuándo usar icing y cuándo frosting? Aquí van algunos consejos útiles para que decidas cuál usar mientras esperas a que se enfríe tu pastel.
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¿Qué es el frosting o cobertura de crema?
El frosting una cobertura espesa y cremosa que puede utilizarse tanto para el exterior como para el relleno entre capas. Comúnmente utilizado en los cupcakes y pasteles en capas cuando se busca ser dadivoso con la cobertura y obtener un resultado esponjoso. Algunos de los más populares son el buttercream, la crema batida o merengue francés. Algunos implican la preparación de un jarabe o adicionan azúcar en polvo, aunque el estilo más sencillo consiste en una mezcla de mantequilla batida con azúcar y saborizantes.
¿Qué es icing?
Ésta es una cobertura cuya textura es mucho más fina que la de un frosting, en lugar de utilizar una espátula para cubrir las preparaciones se usa una manga pastelera para aplicar directamente sobre roscas, panqués, éclairs y donas. Generalmente se prepara con azúcar en polvo y un líquido como jugo de naranja o limón; leche, crema o algún tipo de licor y proporciona una agradable capa ligera. Algunas capas son espesas como para usar una espátula para untar, aunque otros tienen suficiente humedad para alisarse por sí mismos o gotear generosamente. La cobertura más popular es el Royal Icing, que se prepara con clara de huevo, azúcar en polvo y agua otorgando una cobertura dura y brillante. Esta cobertura es la preferida para decorar galletas, ya que se puede colorear y tiene la consistencia perfecta para utilizarla con mangas y duyas. Hay un icing más suave elaborado con crema de queso, que se puede encontrar en la parte superior de los rollos de canela.
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¿Qué son los glaseados?
Los glaseados son mucho más ligeros que los icings y son ideales para pincelar o bañar preparaciones como pasteles de limón y roles de canela, éclairs y donas. Los glaseados ayudan a mantener la humedad en los productos horneados creando una capa protectora que prolonga su frescura. Los glaseados son muy sencillos de preparar: se mezcla azúcar en polvo con suficiente líquido hasta obtener una consistencia similar a la de un jarabe de maple. No se cocinan y son una solución rápida y fácil para darle un toque especial, y delicioso, a tus postres favoritos.
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