Si hay algo que no puede discutirse de ella es su versatilidad: berenjenas al escabeche, berenjenas asadas, lasaña de berenjenas, berenjenas empanadas. Pero del mismo modo en que es protagonista de múltiples platos, la berenjena puede resultar en un verdadero fracaso si no se le quita su sabor amargo. ¿Cómo sacarle ese amargor tan invasivo?
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Existen pequeños trucos para lograr que el amargor de las berenjenas desaparezca dando lugar a la frescura y la cremosidad de su textura.
Remojo y salado: un método clásico en la cocina
Uno de los métodos más comunes para sacarle lo amargo a la berenjena es el remojo y salado. Este proceso ayuda a extraer los compuestos amargos y a mejorar su sabor general. Aquí te explicamos cómo hacerlo:
1. Corta y saltea:
Corta la berenjena en rodajas o cubos según tus preferencias para la receta. Luego, espolvorea generosamente sal sobre las rodajas de berenjena y déjalas reposar durante al menos 30 minutos. Este paso permite que la sal extraiga el líquido amargo de la berenjena, dejándola más suave y con un sabor menos pronunciado.
2. Enjuaga y seca:
Después de que la berenjena haya reposado en la sal, enjuaga bien las rodajas bajo agua fría para eliminar el exceso de sal y los compuestos amargos. Asegúrate de secarlas cuidadosamente con papel de cocina para eliminar la humedad antes de cocinarlas.
3. Cocina según la receta:
Una vez que la berenjena ha sido remojada y salada, está lista para ser incorporada a tu receta favorita. Puedes saltearla, asarla, hornearla o cocinarla de la manera que prefieras.
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Asado y marinado: una alternativa atractiva y deliciosa
Otra técnica popular para sacarle lo amargo a la berenjena es asarla y luego marinarla en una mezcla sabrosa. El proceso de asado realza su sabor natural y suaviza su textura, mientras que la marinada agrega capas adicionales de sabor y complejidad. Aquí te mostramos cómo hacerlo:
1. Corte y asado:
Coloca las berenjenas de acuerdo a las exigencias de la receta que piensas seguir y colócalas en una bandeja para hornear. Rocíalas con un poco de aceite de oliva. Asa las rodajas de berenjena en un horno precalentado a 200°C durante unos 20-25 minutos, volteándolas a la mitad del tiempo, hasta que estén tiernas y doradas.
2. Prepara la marinada:
Para la marinada combina aceite de oliva, jugo de limón, ajo picado, hierbas frescas (como tomillo, romero o albahaca) y sal y pimienta al gusto en un tazón pequeño. Mezcla bien los ingredientes para que se combinen y se desarrollen los sabores.
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3. Marinado y reposo:
Una vez que la berenjena esté lista, sácala del horno y déjala enfriar durante unos minutos. Luego, colócala en un tazón grande y vierte la marinada sobre ella, asegurándote de cubrir todas las rodajas. Deja que la berenjena repose en la marinada durante al menos 30 minutos, permitiendo que absorba los sabores y se vuelva aún más deliciosa.
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