El tepache es una bebida mexicana, proveniente de la época prehispánica, donde se solía utilizar para cultos religiosos, pues era considerado sagrado por civilizaciones como los mayas.
La palabra tepache proviene del náhuatl tepiatli que significa “bebida de maíz”, antes de la Conquista española a tierras aztecas era preparado a base de la fermentación del maíz martajado y piloncillo, lo cual daba como resultado una bebida alcohólica con un dulce y refrescante sabor.
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Con la llegada de los españoles y la conquista de los pueblos indígenas, la receta del tepache se modificó y comenzó a elaborarse principalmente con la fermentación de frutas como piña, guayaba y manzana, esto redujo también su grado de alcohol.
Se trata de una bebida centrada en la fermentación, proceso por el que se convierte el azúcar natural en etanol y bióxido de carbono, lo que con el paso del tiempo desprende un aroma, cuerpo y sabor muy particular. Entre más días se deje fermentar, mayor es el grado de alcohol y la concentración de sabores (amargura y acidez). Se debe tener cuidado pues si lo dejas por mucho tiempo se convierte en vinagre, así que la recomendación es dejarlo entre 5 a 6 días.
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Es cierto que pueden utilizarse diferentes tipos de frutas para la fermentación, como guayaba, manzana, naranja y hasta tuna, actualmente el tepache más popular es el que se hace con piña, por sabor más característico y además porque se necesitan pocas piñas para producir una gran cantidad de tepache.
El tepache tiene una graduación alcohólica de alrededor del 1% por lo que es realmente ligero e ideal para tomar mientras recorres la calle. Pero si quieres prepararlo tú mismo para disfrutarlo en casa, la receta es muy sencilla, solo necesitas piña, agua, azúcar o piloncillo, y muchas personas también suelen agregarle especias como canela, clavo y pimienta.
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