El comal es uno de los instrumentos más usados en la cocina mexicana, y si algo aprendimos de nuestras madres y abuelas es que antes de usarlo, debemos saber cómo curar un comal. Créenos, es más sencillo de lo que parece.
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Este utensilio data de la época prehispánica, su nombre viene del náhuatl comalli. Básicamente es un disco plano que se coloca sobre el fuego o la estufa para darle diferentes usos, desde calentar las tortillas hasta asar o tatemar los ingredientes.
El comal tradicional estaba hecho de barro sin vidriar, pero en la actualidad es más común encontrarlos de aluminio, hierro o metal. Es necesario curarlo antes de usarlo por primera vez, especialmente si son de hierro o barro, esto ayuda a que el material se mantenga en buen estado y prepara la superficie que estará en contacto con los alimentos, eliminando cualquier tipo de residuos y, en el caso del barro, cierra los poros para evitar filtraciones. Sigue leyendo y te contamos cómo curar un comal sin importar el material del que esté hecho.
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Paso a paso para curar un comal de hierro:
- Agrega un chorro de aceite y una pizca de sal directo al comal.
- Utiliza una toalla de cocina y frota el aceite con la sal hasta cubrir toda la superficie.
- Pon el comal al fuego y calienta hasta que el aceite se consuma.
- Apaga el fuego, retira los restos de aceite con una toalla de papel.
- Lava el comal con agua y jabón para terminar de curar un comal.
Y para los comales de barro…
- Mezcla un poco de cal con agua en proporción 1:1.
- Prende la estufa y coloca el comal sobre el fuego.
- Con ayuda de una esponja, escobeta o trapo, unta cuidadosamente la mezcla de agua con cal sobre la superficie del comal.
- Deja que la mezcla se seque por completo.
- Retira del fuego y lava con agua tibia.
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