Fue en el año 2015 cuando Roberto Tinoco decidió abrir las puertas de Testal, un restaurante de cocina mexicana con especiales guiños en la michoacana -lugar de donde es originario- como consecuencia natural de su pasión por la industria restaurantera. Hoy, nueve años después, el restaurante ya se encuentra entre los favoritos de los visitantes del Centro Histórico de la Ciudad de México gracias a sus platos que remiten a la cocina de la abuela, garantizando esa experiencia de comfort food que nos transporta a casa.
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Desde sus inicios, la carta de Testal se ha conformado por platillos que pronto se volvieron imprescindibles tales como el Borrego Testal o el Pulpo Adobado a las Brasas, a la vez que conviven con creaciones de temporada, mismas que también ya gozan de gran popularidad, como es el caso de sus chiles en Nogada y su pan de muerto, que se jactan de tener fieles seguidores acaparando las reservas del restaurante durante ambas festividades.
Especializado en preparar comida mexicana de origen, este rincón ubicado en Dolores 16 ofrece tanto recetas fieles a la tradición, como creaciones originales para el desayuno, comida y cena. Por ejemplo, el mole de Xico, Veracruz, preparado con un toque de zarzamora, o la crema de chicharrón, que es como un taco placero hecho crema. En cualquier caso, sus interpretaciones rescatan los ingredientes originales, frescos y de buena calidad.
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Cabe destacar que dentro de su menú se da espacio a las opciones vegetarianas que para nada decepcionan, pues de igual modo son presentadas con ingredientes tradicionales como es el caso de su medallón de camote con mole estilo Xico, que resulta en una interesante combinación de sabores que van de lo dulce a lo salado con un toque picoso, o sus exquisitas tostadas de huitlacoche y su taco de tortita de huazontle en salsa pasilla. Desde luego para los carnívoros también hay opciones igual de gran sabor como lo es la birria de lengua de res, esta última preparada con gran técnica teniendo por resultado una carne que se deshace en la boca.
Para la parte dulce la cocina se muestra más arriesgada con postres que combinan sabores como la guanábana en una panacota, o un pastel de chocolate picante, que tiene todas las bases de un Sacher, el pastel típico de Viena, con sabores más mexicanos, como el mole y un baño de licor de agave. Pero desde luego si tu paladar tiene ganas de algo más tradicional un uchepo es la elección perfecta.
Cuenta también con una carta de vinos incluye más de 60 etiquetas entre las que ponderan las de producción mexicana.
Celebra los nueves años de Testal mientras disfrutas de auténtica cocina mexicana en su sucursal del Centro Histórico, o si prefieres puedes optar también por la ubicada en Oaxaca 31, de reciente apertura (2022) pero con los mismos fascinantes platillos.
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