Es viernes por la tarde y estoy tratando de terminar este artículo para poder salir a tomar algo. Ese soy yo siendo honesto. Muchas veces, al final de un largo día, las personas solo quieren terminar con el trabajo. Esa regla se aplica si usted es un escritor o incluso, un inspector de salud.
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Ayer, Harvard Business Review publicó los resultados de un estudio reciente sobre cómo mejorar las inspecciones de salud. Lo curioso de esta investigación es que los restaurantes tienden a obtener mejores puntajes cuando se les inspecciona más tarde en el día. “[Los inspectores] toman su trabajo muy en serio y creen firmemente en su misión de proteger la salud pública”, explican María Ibáñez y Michael Toffel, quienes son coautores del estudio. “Pero los inspectores, como el resto de nosotros, son humanos, y nuestra investigación reveló que sus horarios pueden afectar la calidad de la inspección”.
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Específicamente, la investigación mostró que los inspectores de los alimentos “tendían a citar menos violaciones que cuando hacían sus visitas por la mañana”. Además, cuanto más trabajaban en la mañana, más relajados solían ser en la tarde. “Esto no pretende insinuar que los inspectores se vuelven perezosos, más bien, demuestra que las inspecciones son agotadoras”.
El estudio también encontró otro sesgo: los inspectores tendían a estar más atentos después de visitar un lugar con muchas violaciones, como si hubieran perdido la fe y quisieran asegurarse de que el próximo tipo tampoco se saliera con la suya.
Como resultado, estos investigadores hicieron una serie de sugerencias para mejorar la calidad de las inspecciones de salud. Los lugares que tienen los comensales de mayor riesgo, como las escuelas y las instalaciones de vivienda asistida, deben ser inspeccionadas más temprano. Pero, lo que es más importante, es que los inspectores tengan días equilibrados para conducir a una puntuación más precisa.
Como señalan los autores, 128,000 estadounidenses van al hospital cada año debido a una enfermedad transmitida por los alimentos. Y mueren unas 3.000 personas. Por lo tanto, obtener el mejor trabajo de los inspectores de salud puede ser, literalmente, una situación de vida o muerte. A diferencia, digamos, de algunos errores tipográficos en un artículo.