Francisco González Pulido: donde la funcionalidad y la belleza se encuentran
Juan Pablo Espinosa

Desde hace más de 30 años, Francisco González Pulido se ha convertido en uno de los arquitectos más reconocidos de nuestro país, a quien le sobran proyectos importantes, entre ellos el diseño original del AIFA, el estadio de los Diablos Rojos en CDMX, y un sinnúmero de torres y edificios en Estados Unidos, Europa, Asia y Medio Oriente.

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Su historia

Nacido en la Ciudad de México, pero criado en Tamaulipas, González Pulido siempre tuvo facilidad para el arte y el dibujo. Estudió Arquitectura en el Tec de Monterrey, donde pudo desarrollar tanto su lado matemático y científico como su amor por el arte y el diseño.

Creatividad y vanguardia al límite. | Foto: Cortesía.

Al terminar su carrera universitaria, un empresario importante de Monterrey le encomendó su primer proyecto: una casa en medio de la nada, en el corazón de la Huasteca tamaulipeca. Un momento importante para el joven arquitecto de 21 años. Después pasó un tiempo en la CDMX, en donde entró a algunos concursos. Tiempo después decidió aplicar para una beca y migrar a Boston para hacer una maestría en Harvard, lugar que le abrió muchas puertas en el mundo de la arquitectura y diseño. En este programa pudo interrelacionarse con otras grandes universidades como el MIT y Harvard Business School.

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Tras una recomendación de su profesor y mentor griego de apellido Spiro, González Pulido hace contacto con el reconocido arquitecto alemán Helmut Jahn, en Chicago, quien le ofreció trabajo. Sus primeros seis años fueron de mucho aprendizaje y, como único mexicano y latinoamericano, demostró sus cualidades y esfuerzo, al punto de que muchos años después terminó siendo socio y presidente de la firma.

Francisco González Pulido
El reflejo humano en el diseño. | Foto: Cortesía.

Me tomó de la mano y yo con él me hice arquitecto realmente. Helmut, al ver mi sensibilidad hacia el diseño y mi interés por la ingeniería, me pone en la unidad que llevaba los concursos. Trabajamos muchísimo y con mucha disciplina. Y empiezo a ganar muchos concursos, principalmente en Europa, afirma González Pulido. Pero posteriormente, como en la vida, la relación evolucionó y cada uno tomó su propio rumbo. González Pulido decidió abrir su propio proyecto en 2016: Atelier FGP, que actualmente es una de las firmas más reconocidas en Estados Unidos y México.

Proyectos gastronómicos

Con su nueva firma, Francisco González Pulido quiso abarcar nuevos proyectos, aunque no necesariamente tan grandes como los anteriores. Colaboró con un centro culinario muy reconocido en México para un proyecto arquitectónico y de diseño muy relevante. Sin embargo, ese proyecto no se consolidó como él hubiera querido.

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Con un pie en México, se abrió camino para hacer proyectos como Fónico: un edificio de color negro con espacios brillantes, como un salón al fondo, pintado de color blanco y repleto de espejos geométricos. Un diseño que fue curado y cuidado meticulosamente por él y la diseñadora búlgara Gergana González Pulido, quien también es su esposa.

Francisco González Pulido
La belleza de lo magnífico. | Foto: Cortesía.

Aprendimos mucho y descubrimos cómo son los espacios realmente alrededor de la cocina. Como mexicanos, nuestra relación con la cocina es muy importante. Un restaurante es como un reloj suizo. Fue un proyecto importante para nosotros, ya que pusimos en práctica lo aprendido en el proyecto previo y nos dimos cuenta del reto tan grande que representaba. Y lo que fue muy padre es que la casa era un lienzo en blanco para pintar lo que quisiéramos. La idea era crear una experiencia culinaria multinivel con Fónico, un salón en medio y Rayo, afirma el arquitecto.

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Actualmente, González Pulido tiene oficinas tanto en Chicago como en México. Siempre está buscando el siguiente proyecto, ya sea monumental, mediano o pequeño.

Filosofía de trabajo

La idea del atelier tiene que ver mucho con hacer las cosas a la medida. Después de hacer proyectos tan grandes, quería lograr que, aunque fueran tan grandes, se sintiera que estaban hechos así: a la medida. Por la escala es difícil relacionarnos con ellos. Yo digo que nosotros somos un atelier que puede hacer cosas muy grandes, pero con las manos. De alguna manera eso es lo que nos define.

Francisco González Pulido
Un genio con múltiples miradas. | Foto: Juan Pablo Espinosa.

Es un estudio enfocado en hacer mucho más con mucho menos. No es una postura filosófica, es un tema ético. Construir es algo que consume muchos recursos y que, en general, no es muy sostenible. Para construir hay que destruir muchas cosas. Al final queremos hacer mejores ciudades y tener mejor vida, utilizando menos.

Levedad del material

Llevar los materiales a su límite es muy importante para mí. Mi sueño es lograr hacer una arquitectura sin peso. Hay una responsabilidad en los arquitectos de buscar nuevos materiales para lograr lo mismo, pero que pese menos, que cueste menos, que contamine menos y que sea igual de resistente. Esos son temas esenciales para mí, afirma. El mejor ejemplo de esta filosofía es el Jardín Etnobotánico en Oaxaca, donde el arquitecto y su equipo hicieron un invernadero que ganó un reconocimiento internacional en 2019: el Edificio más Sostenible de Norteamérica.

Otras obras importantes

Highlight Towers, Múnich, Alemania, 2004.
Doha Exhibition and Convention en Doha, Qatar, 2006.
Aeropuerto Internacional Suvarnabhumi, Bangkok, Tailandia, 2006.
Japan Post Tower, Tokio, Japón, 2014.
Invernadero en el Jardín Etnobotánico de Oaxaca, México, 2017.
Estadio Alfredo Harp Helú Diablos Rojos, CDMX, México, 2018.
Shenzhen Gate, Shenzhen, China, 2021.

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