
¿Qué tal un brunch de barbacoa egipcia-texana para compartir con amigos sin salir de casa? ¿O una cena de tres tiempos preparada por un chef con experiencia Michelin directamente en la cocina de tu Airbnb? ¿Y si, en vez de buscar dónde comer en tu próximo viaje, el restaurante llegara a ti?
Airbnb acaba de integrar el mundo culinario a su propuesta. En su más reciente presentación global desde Los Ángeles, la compañía liderada por Brian Chesky anunció el lanzamiento de “Servicios en Airbnb”, una nueva categoría dentro de su plataforma que incluye experiencias gastronómicas a domicilio: desde comidas preparadas y banquetes completos hasta clases privadas de cocina con chefs galardonados.
“La gente elige los hoteles por los servicios, y Airbnb por el espacio. Ahora ofrecemos lo mejor de ambos mundos: alojamientos increíbles con experiencias que los hacen aún más especiales”, dijo Chesky ante cientos de invitados en California.
En esta nueva fase, la cocina es protagonista. Los usuarios pueden reservar en 260 ciudades del mundo chefs privados, comidas personalizadas, servicio de catering, fotografía gastronómica, e incluso entrenadores personales para equilibrar el festín. Todo, desde una app completamente rediseñada que sugiere opciones según el destino y el perfil del viajero.
Uno de los casos destacados es el de Kareem, un maestro parrillero que fusiona barbacoa texana con sabores del Medio Oriente. Desde US$50 por persona, prepara platos en el alojamiento del huésped, como si de un restaurante exclusivo se tratara. Otros anfitriones incluyen chefs de pastelerías famosas como French Bastards en París, o cocineros locales que enseñan a preparar ramen en Tokio y pasta en una trattoria romana con ingredientes cultivados en casa.
A diferencia de plataformas tradicionales de reservas, no es necesario estar viajando ni hospedarse en un Airbnb para acceder a estos servicios. Basta con entrar a la app, seleccionar la ciudad, elegir un tipo de cocina o experiencia, y reservar con unos pocos clics. También es posible agendar estos servicios para celebraciones en casa, citas románticas o cenas con amigos, con opciones que inician por debajo de los US$50.
El énfasis en la calidad es parte de la promesa: los anfitriones deben contar con certificaciones, experiencia comprobada (el promedio supera los 10 años), y una curaduría que evalúa reputación, autenticidad y presentación. Muchos de ellos han trabajado en restaurantes de estrellas Michelin o aparecen en programas de cocina reconocidos como Barbecue Showdown en Netflix.
La visión de Chesky va más allá de la comida. Airbnb apuesta por convertir su app en una central de experiencias reales, con personas reales. Y en un mundo que se ha saturado de pantallas y checklists turísticos, la empresa cree que las verdaderas memorias se construyen en torno a una mesa compartida. Así como los tres primeros huéspedes de la compañía se fueron de San Francisco como amigos, ahora millones de viajeros podrán decir lo mismo… después de compartir un postre de autor o un desayuno típico en casa.
Bienvenidos al nuevo menú de Airbnb. Uno donde la ciudad se explora desde el paladar y los viajes, muchas veces, empiezan en la cocina.