
Lo primero que debes saber de los vermuts es que es un vino fortificado. Se le agrega alcohol y se aromatiza con hierbas y otros botánicos. Esta bebida es un brebaje mágico que en un inicio se utilizó como medicamento para aliviar dolores de estómago.
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Fue en el siglo XVIII cuando Francia e Italia comenzaron a servirlo como aperitivo. El vermut casero se hace con especias y perfumes hechos 100% en casa. El resultado es un perfecto abreboca personalizado por el cantinero de la barra. Fuera de España, donde es tradicional para la tarde, hoy se abre paso en otros países.
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¿En dónde probarlo?
Aquí preparan vermuts con fragancias e ingredientes que se dejan macerar durante un mes. El blanco se hace con manzanilla, vino blanco, ajenjo, cardamomo y perfumes hechos en casa y el tinto con pimienta gorda, regaliz y raíz de genciana. Ambos se fortifican con pox, ron oaxaqueño o ginebra.
Huertas
El bar con influencia vasca es una mirada nostálgica a España. Sirven bebidas clásicas españolas como el tinto de verano (vermut rojo o rosado hecho en casa que usualmente lo acompañan con soda).
Casa Camacho
Siempre es la hora del vermut en esta taberna madrileña. Entre su menú destacan los yayos, un especial de la casa que mezcla soda, vermut casero y ginebra. El chupito incluye patatas bravas o anchoas frescas para picar.
Mele e Pere
Este bar es el Santo Grial de los bares de vermut. No sólo cuentan con más de cuarenta opciones sino que también tienen el propio. El rojo está hecho en Soho, no se puede probar algo más local.
Dato extra
Los vermuts españoles son especiados, los italianos más dulces, mientras que los franceses tienden a ser amargos.