Una estructura se eleva en solitario en el Valle de Guadalupe. A simple vista, puede parecer tan sólo una intervención artística, pero al acercarnos podemos ver que es mucho más que eso: es el lugar en el que anida Valle Farms.
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El espectacular recinto se encuentra arropado por la topografía única del terreno: un restaurante clásico rodeado de diseño, pensado para enaltecer la autenticidad del Valle de Guadalupe sin mayores pretensiones ni etiquetas.
Valle Farms abrió sus puertas este verano, con lo que se sumó a la oferta de Grupo Licodega mediante una propuesta diferente. Ésta se guía por el concepto farm-to-table, por medio del cual se crean platillos con ingredientes cultivados en los huertos que se encuentran distribuidos en la propiedad. Sus platos destacan en color, sabor y estética gracias a la frescura de los insumos, lo cual, sumado a la creatividad del equipo de cocina, brinda una amplia gama de propuestas a la carta que pueden ir desde un mole complejo hasta la frescura y sencillez de una ensalada de sandía.
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Emanuel Paz, director del grupo Licodega, describe Valle Farms como un lugar clásico, orgánico y fácil de entender. Sumergirte en sus sabores es descubrir la técnica de talentosos chefs y mixólogos innovadores. “Valle Farms es darle a la gente lo que busca del Valle. Comida de calidad, un servicio de primera, spots para fotos, una atmósfera relajada con detalles rústicos y cuidados”, comenta Emanuel, entusiasmado.
La arquitectura y el diseño de interiores, que sin duda son lo primero que enamora, estuvieron a cargo de Diseño Norteño, estudio de Tijuana que priorizó el uso de materiales locales y una orientación hacia el Oeste para poder disfrutar de atardeceres inolvidables; en conjunto con el ambiente relajado y la exquisita comida, todos los elementos logran que una visita a Valle Farms pueda considerarse un día perfecto.
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Oscar González, uno de los socios al mando de Diseño Norteño, explicó: “Aprovechamos la topografía del lugar e hicimos una especie de cráter para cobijar el recinto. Contuvimos el patio central para siembra y nos dedicamos a intervenir su alrededor”.
Gracias a esta visión de diseño, el resultado es un jardín que se desenvuelve como parte orgánica del espacio donde, además, se encuentran las mesas disponibles para disfrutar la propuesta gastronómica que ofrecen. Todo ello rodeado de las plantas que brindan buena parte de los ingredientes frescos que se utilizan en la cocina.
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“Queríamos llamar la atención de manera muy sutil, camuflarnos en el entorno, pero una vez
que te adentras te sorprendes por completo”, continúa Mauricio Kuri, arquitecto y socio a la cabeza de Diseño Norteño. Valle Farms se va descubriendo paso a paso y la experiencia es distinta en cada ocasión.
Si vas al Valle de Guadalupe no pierdas la oportunidad de visitarlo y sorprenderte de inmediato con su cuidadosa arquitectura; sin duda se convertirá en un favorito del Valle. Mixología, vinos, tablas de quesos y un menú genuino, clásico y sin pretensiones que cautiva por su frescura son lo que espera.
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“Valle Farms no es un restaurante de ciudad, es un restaurante de campo. A fin de cuentas, hay que ensuciarse la bota, estar en el sol, para después gozar de un atardecer espectacular. Eso es el Valle de Guadalupe. Es lo que hemos entendido y es lo que queremos que la gente conozca”, concluye Emanuel Paz.
Instagram: @Valle_farms
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