Ver u oler el café es suficiente para sentir energía

Dos nuevos estudios ofrecen una gama extremadamente amplia para aprovechar los efectos estimulantes del café.

Para la mayoría, tomar café es una parte tan importante de la jornada laboral como poner una alarma o viajar a la oficina. Dependiendo de qué estadísticas mire, la persona promedio consume entre 2 y 3 tazas de café por día: sus efectos estimulantes son la columna vertebral de nuestras vidas. ¿Pero cuánto café realmente necesitamos? ¿Y cuánto es demasiado? Resulta que dos estudios recientes ofrecen dos extremos polares del consumo de café.

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Un estudio publicado el mes pasado determinó que, simplemente ver u oler el café es suficiente para recargar energía. En cuatro experimentos con participantes de Australia, Canadá y Estados Unidos, se encontró que la exposición al café, sin tomarlo puede ser suficiente para aumentar la frecuencia cardíaca y brindar la energía para concentrarse más en la atención inmediata.  

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Eugene Chan, Profesor titular del Departamento de Marketing de la Universidad de Monash señala que esto no significa que beber café se descarte por completo. “Los efectos que encontramos son a corto plazo y definitivamente más pequeños en intensidad que tomar café. No se puede lograr que la energía dure todo el día al ver solo una foto del café”.

Esto explica por qué la mayoría de nosotros nos encontramos en el otro extremo del espectro: ¿Cuánto café se puede tomar? Por suerte, también hay un nuevo estudio para nosotros. La semana pasada, investigadores de la Universidad de Australia del Sur publicaron su respuesta a la pregunta “¿Cuántas tazas son demasiado para beber al día?” Después de analizar los datos de 347,077 personas de las edades de 37 a 73 años, se concluyó que, después de cinco tazas, los beneficios de tomar café disminuyen.

“Para mantener un corazón sano y una presión arterial saludable, las personas deben limitar sus cafés a menos de seis tazas al día”, explicó la coautora Elina Hyppönen, “según nuestros datos, seis fue el punto de inflexión en el que la cafeína comenzó a funcionar de manera negativa“.