Los años 2007 y 2008 fueron clave para que el nombre de Benjamín Romeo brillara más allá de las fronteras españolas. Aunque ya era conocido entre los aficionados al vino mexicanos, en 2007 captó la atención internacional al conseguir 100 puntos Parker para su Contador 2004 y, un año después, repetir el logro con la añada 2005 del mismo vino.
Un Contador de cualquier añada ya es un valor seguro, también lo son otros vinos producidos por su bodega Riojana como Predicador tinto y blanco, La Cueva del Contador u otras etiquetas del autor como Qué bonito Cacareaba
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El papel de Contador frente al cambio climático
Sin duda, Benjamín Romeo ha optado por adaptarse a los cambios que ya están afectando al mundo, afrontando el futuro desde una perspectiva sostenible y proyectando la viticultura venidera. Así adquiere en 2014 El Llano de la Madera, un paraje agreste de 24 hectáreas situado entre los 700 y 730 metros de altitud en La Rioja.
Allí nunca se cultivó nada debido a unas condiciones climatológicas adversas que ahora están cambiando rápidamente. “Nos estamos adelantando al cambio climático. Por eso hemos venido a este terreno virgen, donde nacerán los riojas del futuro”, afirma Romeo.
En 15 de las 24 hectáreas se han delimitado parcelas para el cultivo del viñedo, empleando prácticas de agricultura biodinámica. “En El Llano de la Madera promovemos la convivencia con la fauna local. Tenemos pensado instalar comederos; también recurrir a especies vegetales y animales para proteger los viñedos, siempre conservando y aumentando la biodiversidad”, explica.
Carolina Álvarez, la discreta chef mexicana jefa de cocina de Quique Dacosta Restaurante***
Los riojas del futuro
En El Llano de la Madera, el conocido bodeguero está plantando clones seleccionados entre los mejores de Contador, con el objetivo de mantener la personalidad única de sus vinos. Este año se han plantado variedades blancas (garnacha blanca, viura y malvasía), que ocuparán un 20 % del viñedo. Está previsto plantar variedades tintas (tempranillo y garnacha) entre 2025 y 2027.
La previsión indica que en 2027 se podrá disfrutar del primer blanco, mientras que el primer tinto será fruto de una cosecha posterior. Según Romea, “este terreno es una joya, un lugar único e irrepetible”.
Sigue a la autora: @alexandrasumasi
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