El colectivo de las Mujeres del fuego es un grupo de mujeres apasionadas y dedicadas a preservar la tradición culinaria de su estado; este colectivo se ha convertido en un emblema de la cocina tradicional colimense y en una prueba de la riqueza culinaria que posee esta región.
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Este colectivo fue fundado en el municipio de Comala en el 2016. Fue en este mismo año cuando tuvo lugar el Primer Encuentro de Cocineras Tradicionales, un evento que captó la atención de la Secretaría de Turismo gracias a la importancia en la preservación y promoción de la gastronomía colimense. De este evento dio fruto el libro Colima, una gran travesía gastronómica, que busca dar a conocer la cocina tradicional de Colima.
Las mujeres del fuego se dividen en tres grupos fundamentales que desempeñan roles importantes e irremplazables para la preservación de esta tradición culinaria:
1. Productoras (Guardianas de la tierra): Son quienes cultivan con amor y esmero los productos que son base de la cocina tradicional colimense. Este grupo de mujeres está formado por expertas en el cultivo de vegetales y frutos que son la esencia en los platillos de la región.
2. Cocineras (El corazón): Se encargan de preparar los platillos con pasión en restaurantes, cocinas y fondas. Cada bocado de sus creaciones es una muestra del amor y respeto que sienten por su tradición, llevando a la mesa los sabores característicos de Colima.
3. Maestras (Transmisoras de sabiduría): Se encargan de impartir conocimiento y transmitir las técnicas culinarias ancestrales a las nuevas generaciones. Con su labor fundamental, se aseguran de que la tradición perdure en el tiempo a través de cursos y talleres.
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Algunos nombres destacados en este colectivo que se han convertido en auténticos íconos de la gastronomía colimense, entre ellas Ana Guzmán, Marcela Santillán, Lourdes Hernández, Annel García, Gloria Navarro, Lucía Martín, María de la Luz, Damiana Guzmán, María Orozco, Rocío Selene Aguilar, Gladis Espinoza, Rocío del Carmen, Sandra Cecilia, Anita Alvarado y Matilde Velázquez. Todas han contribuido de manera significativa en la preservación de la cultura gastronómica de Colima.
Podemos medir el legado de estas mujeres no solo en la excelencia de sus platillos, sino también en su capacidad para unir a su comunidad en torno a la mesa. Su labor es un tributo vivo a las tradiciones de Colima y en ellas se refleja la importancia de cuidar y celebrar el patrimonio gastronómico de la región y de México.
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