Los mapaches no son especies nativas de Alemania, pero en menos de 100 años, el número de estos pequeños mamíferos con antifaz ha crecido en el país demasiado. Algunos alemanes los llaman waschbären (osos lavadores) por su costumbre de mojar la comida antes de comérsela, mientras que otros simplemente se refieren a ellos como seres molestos. Sobre todo cuando hay cerveza de por medio.
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Según The Telegraph, tanto los turistas como los habitantes de la zona llegan a casa y descubren que los mapaches han asaltado sus cocinas, causando daños de miles de dólares, a veces matan a los animales domésticos y roban la cerveza que encuentran. En ocasiones menos frustrantes, los mapaches han sido vistos en parques de la ciudad, sacudiendo botellas de cerveza para poder beber lo que queda dentro. “Los mapaches son graciosos e inteligentes… y les gusta la cerveza”, afirma Berthold Langenhorst, de la Asociación Alemana para la Conservación de la Naturaleza (NABU).
Aunque circula mucho la historia de que los mapaches fueron llevados a Alemania por el líder nazi Hermann Göring, no hay pruebas que lo confirmen. Derk Ehlert, jefe de fauna salvaje de la ciudad de Berlín, ha declarado que un “funcionario forestal” liberó en 1934 dos parejas de mapaches nacidos en Estados Unidos, en un intento de aumentar la diversidad de la fauna salvaje. Esos mapaches se reprodujeron, pero la pequeña población recibió un gran impulso en la Segunda Guerra Mundial, cuando una bomba cayó en una granja peletera cerca de Berlín y escaparon otros 20 mapaches más. (Ehlert bromeó con Los Angeles Times diciendo que los mapaches alemanes eran “un regalo [del] pueblo americano”).
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Estos mapaches bebedores de cerveza de 2023 no son los primeros que han sido vistos tomándose un trago. En 2019, un mapache evidentemente borracho fue visto tropezándose por los mercados navideños de la ciudad de Erfurt. El animal se excedió bebiendo el vino caliente que quedaba en los vasos casi vacíos, se entretuvo un momento con los zapatos de una mujer y luego se desmayó a la entrada de una puerta.
Un portavoz del departamento de policía de Erfurt declaró a un medio de comunicación alemán que el mapache estaba “obviamente intoxicado” antes de añadir que “no se realizó la prueba de alcoholemia al animal.” (Si quieres seguir de buen humor el resto del día, sáltate lo siguiente… porque odiamos tener que decir que, aunque las autoridades locales esperaban llevar al animal a un refugio, al final fue sacrificado).
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Aunque la German Hunting Federation (Federación Alemana de Caza) afirma haber sacrificado unos 200,000 mapaches en el último año, otros dicen que hay otra forma: aprender a convivir con estos pequeños ladrones. “En menos de un siglo, esta especie ha hecho de Alemania su hogar”, se lee en un periódico. “Es una historia de éxito y de sufrimiento”.
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