En la suave luz del sur de Francia, donde las colinas verdes abrazan ríos serpenteantes, la región de la Dordoña emerge como un rincón encantado, un paisaje que parece haber sido pintado con el pincel del tiempo y los sueños. Aquí, la naturaleza se despliega con una elegancia tranquila, donde castillos antiguos dominan las cimas de las colinas y los pueblos de piedra parecen haber sido tallados por la mano de la historia. Es una tierra de contrastes suaves: de días lentos y cielos amplios, de silencios rotos sólo por el canto de los pájaros y el murmullo del río Dordogne que corre como una melodía entre las rocas.
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En medio de este edén se encuentran varias joyas culinarias que elevan el arte de vivir: Aux 3 Sens donde los sentidos despiertan y la experiencia se convierte en un poema en cada plato.
En el corazón de la Dordoña, Aux 3 Sens se despliega como una sinfonía en tres movimientos, donde el gusto, el olfato y la vista se conjugan para crear una experiencia sensorial inolvidable. El restaurante, envuelto en una atmósfera de refinada simplicidad nos invita a un viaje que va más allá de la comida, donde cada plato es una obra de arte cuidadosamente diseñada.
La cocina de Aux 3 Sens es un diálogo con la tierra que lo rodea. Aquí, los ingredientes locales son testigos de las estaciones, del clima y del alma del terruño. El foie gras, tan delicado como la bruma matutina que se posa sobre los campos, es servido con frutas frescas de la región, mientras que el pato, una carne que evoca el carácter robusto de la Dordoña, se presenta en su punto perfecto de cocción, casi como si respirara vida en cada bocado.
Le Moulin du Roc, nos regala el susurro del río y el sabor de la tradición a solo unos pasos de las tranquilas orillas del Dronne, un afluente del Dordogne, un antiguo molino que hoy es una oda a la belleza atemporal de la región. Aquí, el agua canta, un eco suave que resuena en las paredes de piedra y acompaña cada comida como una melodía distante.
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Le Moulin du Roc es un lugar donde la historia vive en cada rincón. Las ruedas del molino, que una vez giraron incansablemente, parecen aún susurrar las leyendas del pasado. Ahora, en este refugio gastronómico, se respira la misma serenidad de antaño.
La cocina es una celebración del terroir, donde los productos frescos de los mercados locales se transforman en creaciones culinarias que deleitan los sentidos. Desde truchas capturadas en los ríos cercanos, hasta hongos que florecen en los bosques sombreados.
Explorar la Dordoña es entrar en un mundo donde la belleza se revela en los detalles más sutiles. Es un lugar donde los paisajes parecen respirar, donde los castillos vigilan desde lo alto y los campos vibran con el susurro del viento que nos ofrece un refugio para los sentidos, una pausa en el tiempo donde la naturaleza y la humanidad se encuentran en la mesa.
La Dordoña es un poema vivo, un paisaje que inspira y que, a través de su comida, permite a quienes la visitamos saborear un pedazo de eternidad. Aquí, cada bocado es un verso y cada copa de vino es un suspiro.
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La Dordoña, ubicada en el suroeste de Francia, es una región donde el tiempo parece haber detenido su paso, permitiendo que el encanto rural, la historia y la naturaleza florezcan sin prisas. Es una tierra de verdes colinas, ríos cristalinos, castillos que parecen sacados de cuentos de hadas, y una gastronomía que refleja la abundancia y generosidad de sus campos. Este rincón de Francia invita a saborear la vida lentamente disfrutando cada atardecer sobre las colinas en un recordatorio de que la belleza está en los momentos que nos detenemos para contemplar.
Aux 3 Sens
15 Rue Fénelon, 24200 Sarlat-la-Canéda, Francia
Le Moulin du Roc
1 Prom. des Lavandières, 24530 Champagnac-de-Belair, Francia
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