África es un latido. Es una llamada de la tierra que resuena en lo más profundo de nuestro ser cuando en cada atardecer africano, el cielo se convierte en una pintura viva, y las sombras de los baobabs cuentan historias antiguas que aún perduran en el viento.
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África es un misterio que nunca se resuelve, una sinfonía de vida donde cada criatura, desde el más pequeño insecto hasta el elefante más imponente, tiene su propio papel en la armonía de la naturaleza.
Ahí encontre un Paraíso Reflejado en el Espejo de las Aguas: el Lago Manyara y el Refugio de andBeyond, en el corazón de Tanzania, donde el cielo africano se encuentra con la tierra dorada, yace una joya líquida escondida entre acantilados y sabanas: el Lago Manyara. Este cuerpo de agua, tan vasto y sereno como un espejo que refleja el alma del continente, encierra en su abrazo una de las experiencias más sublimes que la naturaleza puede ofrecer.
En este santuario, donde los días se deslizan lentamente como las corrientes suaves del Manyara, se encuentra un refugio que parece haber nacido de la tierra misma: andBeyond Lake Manyara Tree Lodge. Este hotel es una extensión de la naturaleza, un espacio en el que uno puede perderse y encontrarse en la misma respiración.
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Elevado entre las copas de los árboles, el lodge parece flotar, suspendido entre el cielo y la tierra. Las habitaciones, construidas con maderas locales y decoradas con arte y textiles inspirados en las tribus circundantes, son un susurro de lujo discreto. Aquí, uno se despierta con el canto de los pájaros, con el aroma del aire fresco que entra por las ventanas abiertas, y con el murmullo lejano de la fauna que deambula libremente.
Al atardecer, cuando el sol se despide detrás de las montañas Rift, las sombras largas y doradas tiñen el paisaje de un tono mágico, entonces podemos sentarnos en las terrazas del lodge y ver cómo la vida silvestre acude al lago, atraída por sus aguas como un peregrino hacia su santuario. En este momento, todo parece detenerse. El mundo se vuelve más grande y, a la vez, más íntimo.
El Lago Manyara y el andBeyond Lake Manyara Tree Lodge son experiencias que se viven con el alma. Aquí, la conexión entre el ser humano y la naturaleza se siente en cada brisa, en cada reflejo del agua, en cada paso silencioso del león al acecho. Este rincón de África no sólo nos invita a admirar su belleza, sino a ser parte de ella, a fundirnos con su esencia y llevarnos un pedazo de su serenidad cuando el viaje termina.
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A primera vista, Manyara parece un espejismo. Al amanecer, sus aguas plateadas parecen disolverse en el horizonte, fundiéndose con el cielo mientras bandadas de flamencos rosados danzan sobre su superficie. Aquí, la naturaleza se presenta sin artificios, en una coreografía perfecta de vida silvestre. Los hipopótamos se deslizan perezosos en las orillas, mientras los elefantes cruzan los prados que bordean el lago, sus imponentes sombras proyectándose sobre la hierba como figuras míticas de una leyenda ancestral.
Ell lago es escenario para la fauna, es presencia viva, una entidad que respira y se transforma con las estaciones. En la estación seca, las aguas se retiran, dejando vastas extensiones de tierra salada que brillan bajo el sol. En la temporada de lluvias, el lago crece y reclama su territorio, envolviendo los bosques de acacias y palmeras en una danza efímera entre la tierra y el agua.
andBeyond Lake Manyara Tree Lodge
Lake Manyara National Park, Tanzania
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