La bouillabaisse es mucho más que un simple platillo. Es un símbolo de la tradición y evolución culinaria, un guiso que ha trascendido sus humildes orígenes como una receta de pescadores del Mediterráneo, convirtiéndose en un manjar reconocido a nivel mundial. Lo interesante es cómo este platillo ha sido reinterpretado en diversos escenarios internacionales, como Nueva York, Tokio y, más recientemente, en Ciudad de México.
La bodega presidencial de Francia es tan impresionante como imaginas
De la sopa de pescadores a un platillo global
Originaria de Marsella, la bouillabaisse comenzó como un plato sencillo preparado con los pescados menos preciados, cocidos con hierbas, aceite de oliva, ajo y azafrán. A lo largo del tiempo, este humilde guiso se refinó y fue adoptado por la alta cocina, hasta convertirse en uno de los emblemas de la gastronomía francesa. Hoy en día, es un platillo que simboliza la evolución de la tradición culinaria francesa, celebrando tanto sus raíces humildes como su presencia en los grandes escenarios internacionales.
Este proceso de reinterpretación global ha dado lugar a una bouillabaisse moderna, manteniendo su esencia provenzal pero adaptada a los paladares contemporáneos. Esto fue lo que tuve la oportunidad de vivir al participar en el Challenge Bouillabaisse en Ciudad de México, un evento exclusivo que celebró este icónico platillo.
Sabores que se disfrutaron en el Challenge Bouillabaisse
Al probar la bouillabaisse en este evento, me sorprendió lo compleja y rica en sabores que resultó ser. Si bien se espera que un platillo con pescado del mar Mediterráneo sea intenso en sabor, lo que más destacaba era la elegancia. Los pescados utilizados en La Calanque Bleue son de especies poco grasosas, lo que le da una sutileza al platillo sin perder la esencia de los sabores marinos. Esta elegancia fue algo que me llamó la atención, pues, como mexicano, estoy acostumbrado a los sabores intensos, y esta versión presentaba una armonía deliciosa entre frescura y delicadeza.
El origen de la sopa de cebolla francesa
El toque esencial lo dio el aioli, que tenía un sabor similar a la mostaza, añadiendo una dimensión extra al platillo. Lo interesante de la propuesta de La Calanque Bleue es cómo presentan la bouillabaisse de forma contemporánea. En lugar de servir todo en un solo plato, primero nos trajeron el caldo acompañado de crutones, queso gruyère y el aioli. Posteriormente, los pescados fueron presentados por separado, lo cual me permitió disfrutar y apreciar mejor cada uno de los sabores, sintiendo la elegancia de cada proteína, que se notaba con fuerza y a la vez de forma sutil.
Maridaje que eleva la experiencia
El maridaje con el vino Clairette Les Anthénors (Jean Luc Colombo), hecho con uvas Clairette Blanche, elevó aún más la experiencia. Este vino, con su acidez equilibrada, complementó perfectamente el caldo de la bouillabaisse, resaltando las especias y las notas del mar sin opacar los sabores delicados del plato. La frescura del vino invitaba a seguir degustando y disfrutando de cada bocado, convirtiendo la comida en una experiencia sensorial completa.
Para el cierre de esta experiencia culinaria, el helado de turrón de Provenza con un digestivo farigoule, un licor de tomillo, marcó un contraste perfecto. La dulzura del helado y la ligereza herbal del licor me llevaron al otro extremo del espectro de sabores, ofreciendo un cierre memorable y balanceado.
La Calanque Bleue y el “Challenge Bouillabaisse”: Tradición y Savoir-Faire Provenzal
El evento en Ciudad de México, parte del Challenge Bouillabaisse, es solo una muestra del impacto que este platillo ha tenido a nivel global. La Calanque Bleue ha llevado la bouillabaisse a Nueva York en 2019 y 2022, y a Tokio en 2023. La siguiente parada fue en diciembre de 2024 en Ciudad de México, y luego se trasladará a Ginebra en enero de 2025. La misión de La Calanque Bleue es seguir difundiendo la tradición de la Provenza y su famosa bouillabaisse a través del mundo, llevando consigo la esencia de este platillo emblemático.
Guía para principiantes de 5 regiones de vino francés
Conclusión: Un platillo que trasciende fronteras
El Challenge Bouillabaisse no solo celebró la historia y la evolución de este platillo, sino que también brindó una oportunidad única para que los comensales mexicanos experimentaran de primera mano el sabor de la tradición francesa adaptada a los gustos contemporáneos. Como parte de este evento, se pudo ver cómo un platillo tradicional puede seguir evolucionando y adaptándose sin perder su esencia, convirtiéndose en un verdadero embajador de la gastronomía global. La bouillabaisse sigue siendo un testimonio de cómo los sabores de una región pueden cruzar fronteras, cautivar paladares y mantener viva la tradición mientras se abre paso hacia el futuro.
Síguenos en: Facebook / Twitter / Instagram / TikTok / Pinterest / Youtube
