El taco al pastor es quizá el platillo que más representa a la Ciudad de México. Y aunque tenga su origen en Puebla, y se inspire en la receta de Medio Oriente, en CDMX lo nombramos como propio. Su combinación de sabores dulces y picantes con unos tintes ácidos por el limón y las salsas, lo convierten en un obligado para extranjeros y visitantes. Acá los imperdibles:
El Vilsito
De día es un taller mecánico, pero de noche se transforma en taquería hasta las 3 de la mañana. Si estás de visita en CDMX este lugar es uno de los más populares, pues su pastor conserva el sabor desde hace 30 años.
El Huequito
La carne de cerdo marinada de este lugar lo convierte en el templo del taco al pastor pero si me preguntan, el Pastor Especial es la joya de la corona. Una base de tortilla de maíz, cebolla cocida en su jugo una torre con salsa de guacamole y salsa naranja
El Califa
Los tacos al pastor de El Califa son famosos por la mezcla de su adobo y que se sirven con la cebolla, el cilantro y la piña por separado. Además venden una opción vegetariana para los que buscan reducir el consumo de carne.
Los Güeros
En la calle de Lorenzo Boturini está este local que, según “Las Crónicas del Taco” de Netflix, es parada obligada para los que llegan del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
El Charco de las Ranas
Si andas de visita en CDMX, especialmente en el sur de la ciudad, este lugar es tradicional. Sus porciones son generosas y puedes pedirlos con todo o con “jardín” aparte.
Orinoco
La taquería proveniente de Monterrey ofrece variantes golosas con salsas muy picantes y exóticas. Está la de cilantro con tomatillo, la de chile de árbol y la de chile piquín con ajo y limón.
El Tizoncito
La primera taquería en ofrecer tacos al pastor como los conocemos fue El Tizoncito de la Condesa en el año de 1966. Vale la pena darse una vuelta a cualquiera de sus sucursales y pedir uno con copia.
