
Desde una de las geografías más diversas del mundo, Perú despliega un abanico de paisajes que va de valles y mesetas a desiertos, selvas y más de 2 mil 250 kilómetros de costa sobre el Pacífico. Esta riqueza natural, sumada a una biodiversidad excepcional, da forma a experiencias sensoriales únicas donde la gastronomía, la cultura y la creatividad ocupan un lugar protagónico en el mapa de América Latina.
Perú Mucho Gusto, un festín de identidad, territorio y tradición
El país enclavado en el oeste de América del Sur se presenta como una apuesta sólida para quienes buscan viajes con significado, contacto con culturas milenarias y un turismo experiencial auténtico, señala Max Rodríguez Guillén, director de la Oficina Comercial del Perú en México, quien destaca el valor estratégico del vínculo entre ambos países.

Conectividad y turismo en expansión
A pesar de los desafíos recientes en la llegada de turistas mexicanos, Perú mantiene una tendencia de crecimiento sostenido en conectividad aérea y recepción internacional. Actualmente, existen 46 frecuencias directas que conectan Ciudad de México y Cancún con Lima, además de enlaces hacia Cusco, facilitando el acceso a los principales polos turísticos del país.
Destinos que definen la experiencia peruana
La riqueza cultural y natural de Perú lo convierte en un auténtico caleidoscopio de posibilidades viajeras, desde la costa hasta la Amazonía. En 2025, esta diversidad fue reconocida por los World Travel Awards, donde el país obtuvo algunos de los galardones más importantes de la industria, entre ellos Mejor Destino Culinario del Mundo y Mejor Destino Cultural del Mundo.
- Lima: considerada la capital gastronómica de América Latina, combina alta cocina, mercados tradicionales y una vibrante vida cultural a orillas del Pacífico.
- Ica: sus desiertos dorados albergan La Huacachina, el único oasis natural de América, ideal para experiencias de aventura y gastronomía regional.
- Líneas de Nazca: visibles únicamente desde el aire, continúan fascinando al mundo como uno de los grandes misterios arqueológicos, asociados a calendarios astronómicos milenarios.
- Amazonía peruana: los cruceros fluviales que recorren la selva integran paisajes, biodiversidad y cocina local, redefiniendo el concepto de viaje inmersivo.
Cocina a la conquista del mundo
Uno de los hitos contemporáneos más relevantes de Perú es la proyección internacional de sus cocinas. El país ha sido reconocido 12 veces como Mejor Destino Culinario del Mundo por los World Travel Awards, consolidando su liderazgo gastronómico global.
Esta distinción se refleja también en la presencia de restaurantes peruanos en rankings internacionales. En la lista de Latin America’s 50 Best Restaurants destacan nombres como Kjolle (2), Mérito (4), Cosme (9), Mayta (11), La Mar (26), Rafael (33), Osso (44) y Mil – Moray, Cusco (49), proyectos que celebran la biodiversidad, los productos nativos y la identidad culinaria del país.
Moda, diseño y creatividad
La historia milenaria de Perú encuentra nuevas formas de expresión en el diseño y la moda. Viaja por la propuesta de talentosos artistas peruanos sin salir de la ciudad a través de proyectos como Cornelio Borda que reúne piezas de diseñadores peruanos que trabajan con pieles de pescados amazónicos, hilos de alpaca y bordados artesanales, creando un diálogo entre tradición, innovación y sostenibilidad.
Diseñadoras y emprendedoras como Renata García-Menacho han logrado capturar la esencia del país y proyectarla internacionalmente a través de propuestas que reflejan los distintos ecosistemas peruanos: la Amazonía, la sierra y la costa.
Espíritu peruano
En 1990, el Estado peruano declaró la Denominación de Origen del Pisco, la cual fue registrada en 2005 ante la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Sin embargo, el legado de esta bebida se remonta al menos a 1613, fecha del registro histórico más antiguo del aguardiente de Ica y Pisco.
El nombre proviene del puerto de Pisco, ubicado a 250 kilómetros al sur de Lima, desde donde se embarcaba el aguardiente producido en los valles de Ica, Pisco y Chincha, conocido entonces como Aguardiente de Pisco. La referencia documental más antigua aparece en el testamento de Pedro Manuel, “El Griego”, fechado en Ica el 31 de abril de 1613, según registros oficiales del gobierno peruano.
El pisco peruano es un destilado de Denominación de Origen cuya identidad está profundamente ligada a cinco regiones productoras: Lima, Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna, cada una con condiciones climáticas y suelos que aportan perfiles sensoriales distintivos.
Elaborado exclusivamente a partir de ocho uvas pisqueras —quebranta, italia, torontel, moscatel, albilla, negra criolla, uvina y mollar—, el pisco se destila una sola vez, sin corrección con agua ni crianza en madera, permitiendo una expresión pura del origen.
Ica, principal zona productora, se caracteriza por su clima desértico, alta radiación solar y suelos franco-arenosos, ideales para uvas de gran concentración aromática y estructura. En contraste, regiones como Moquegua y Tacna, con mayor altitud y amplitud térmica, producen piscos de perfil más fresco, floral y elegante.
Este estrecho vínculo entre uva, suelo y clima ha convertido al pisco en uno de los destilados latinoamericanos con identidad de origen, protagonista tanto de la coctelería clásica —como el Pisco Sour— como de propuestas contemporáneas que buscan resaltar su carácter territorial.
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