En el mundo del vino, la búsqueda de la excelencia y la sostenibilidad pueden ir de la mano. Es por eso que cada vez más bodegas se suman al movimiento de producir vinos ecológicos, que no sólo ofrecen una experiencia sensorial excepcional, sino que también respetan el medio ambiente y la biodiversidad.
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La Guía Peñín, de hecho, se encarga de catar estos vinos y de remarcar este perfil productivo ligado a la consciencia ecológica. Y lo cierto es que el resultado, no sólo es exquisito al paladar, sino un beneficio para el planeta. A continuación, el detalle de tres joyas vinícolas que han obtenido más de 90 puntos en la Guía Peñín, destacando en este repertorio por su calidad y su compromiso con la naturaleza.
1. Can Feixes Chardonnay 2020: vino ecológico y elegante
Can Feixes Chardonnay 2020 es un vino blanco reserva de la D.O. Penedès que encarna la esencia del respeto por la tierra y la tradición vitivinícola. Elaborado por Huguet de Can Feixes, este monovarietal de Chardonnay proviene de viñas ubicadas en las laderas interiores de la denominación de origen.
Lo que hace especial a este vino es su proceso de elaboración ecológico, certificado por el sello de garantía del Consell Català de la Producció Agrària (CCPAE). Desde la cosecha manual hasta la fermentación en barricas nuevas de roble francés, cada paso se lleva a cabo con un profundo respeto por el medio ambiente.
En la copa, Can Feixes Chardonnay se presenta con un color dorado brillante y destellos verdosos. En nariz, se perciben aromas a frutas blancas y tropicales, acompañados de sutiles notas de madera y vainilla. En boca, su entrada es fresca y sedosa, con una acidez equilibrada y un final largo y persistente.
Este vino es el compañero perfecto para platos de ahumados, verduras, mariscos y pescados blancos. Su estilo joven y ligero lo convierte en la elección ideal para aquellos que buscan frescura.
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2. Remelluri Reserva Magnum 2014, de los mejores vinos ecológicos
Si hay un vino que personifica la tradición y la elegancia de la D.O.Ca. Rioja, ese es Remelluri Reserva Magnum 2014. Elaborado por la Bodega Remelluri, este vino tinto es un fiel reflejo del compromiso de la bodega con la agricultura ecológica y la excelencia enológica.
Este coupage de Tempranillo, Garnacha y Graciano proviene de viñedos situados en suelos de terrazas calizas pobres, donde las cepas se cultivan de forma tradicional y respetuosa con el medio ambiente. La fermentación se realiza con levaduras autóctonas, y el vino envejece durante 17 meses en barricas de diferentes orígenes y tamaños.
En la copa, Remelluri Reserva despliega una paleta aromática cautivadora, con notas de frutas rojas maduras, especias y toques minerales. En boca, su estructura es imponente pero elegante, con taninos sedosos y una acidez refrescante que invita a seguir degustando. Es el compañero perfecto para platos de legumbres, quesos curados, carnes rojas y arroces. No obstante, su estilo afrutado y especiado lo convierte en una elección versátil y sofisticada para cualquier ocasión.
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3. Lanzaga 2019
Para aquellos que buscan un vino con carácter y personalidad, Lanzaga 2019 es la elección perfecta. Elaborado por la Bodega Lanzaga, este vino tinto es un verdadero homenaje a la tradición vitivinícola de la D.O.Ca. Rioja, combinando la pasión por la tierra con la innovación enológica.
Este vino, elaborado con Garnacha Tinta, Graciano y Tempranillo, proviene de viñedos cultivados de forma ecológica en las laderas de Lanciego. La fermentación se lleva a cabo con levaduras autóctonas en depósitos de cemento, seguida de una crianza de 14 meses en fudres y barricas de roble francés.
Así, el Lanzaga 2019 se presenta en la copa con un color rojo intenso y brillante, anunciando su carácter frutal y especiado. En nariz, despliega aromas a frutas rojas maduras, notas florales y sutiles toques de especias. En boca, su entrada es suave y sedosa, con una estructura bien definida, taninos maduros y un final largo y persistente. Es el compañero ideal para platos de caza, aperitivos, verduras y carnes rojas.
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