En términos generales, el clima de la Ciudad de México y la cocina mexicana nos piden vinos blancos frescos, con una acidez importante y con notas florales, frutales y cítricas en copa. Y los representantes perfectos son los de la D.O Rías Baixas, una zona vitivinícola en el norte de España, en la región de Galicia.
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La D.O. Rías Baixas conjunta una profunda tradición vitivinícola que se ha heredado de generación en generación con innovaciones tecnológicas que ayudan a que las variedades de la zona alcancen la mejor expresión en copa. La variedad principal de esta región productora es la Albariño, que se adapta bien a la climatología y al suelo de la zona.
En Rías Baixas, la vitivinicultora está organizada a través de minifundios, y la labor vitivinícola aporta alrededor del 7% de los empleos directos del lugar en donde se asienta (o el 12% en épocas de vendimia).
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Aunque la Albariño lleva más de mil años cultivándose en la zona, fue en 1988 cuando se constituyó el Consejo Regulador, que apostó por dar su lugar a las variedades autóctonas. Rías Baixas se divide en cinco regiones productoras: Condado de Tea, O Rosal, O Salnés, Riera do Ulloa y Soutomaior.
En estas zonas se plantan las variedades blancas Albariño, Loureira Blanca, Treixadura, Caiño Blanco, Torrontés y Godello, y las tintas Caiño Tinto, Espadeiro, Loureira Tinta, Souson, Mencía, Brancellao y Pedral.
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Hoy, México es el octavo lugar entre los principales mercados de exportación de la D.O Rías Baixas, y eso lo comprobamos en un showroom organizado por el sommelier e instructor en México de esta D.O, Andrés Amor, en el hotel Brick, donde probamos algunas de las bodegas de la zona como Morgadio; Valmiñor; Attis; Altos de Torona; Palacio de Fefiñanes; La Val; Martín Códax; Pablo Padín; Terras Gauda; Paco y Lola; Davide; Just B Galicia Wines; Lagar Da Condesa; Lagar de Cervera; Mar de Frades; Pazo de Señorans; Pazo Pondal; Quinta de Couselo; Señorío de Rubiós; Viña Cartín, y Adegas Galegas. La tarde Albariños estuvo acompañada con mini platillos del chef Armando Acosta, encargado del restaurante Cerrajería, además de ostras de Baja Mex Acuacultura y pimientos del padrón Moriña.
Para entender mejor las regiones productoras de Rías Baixas, El Nido, Cultivando Vivencias, a través de su summelier Pilar Álvarez, impartió una cata de vinos con brotes y flores que los invitados degustaron para entender la diferencia de cada una de las zonas vitivinícolas y, de paso, tuvieron la oportunidad de armonizar el vino con flores comestibles y brotes.
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Para entender mejor las regiones productoras de Rías Baixas, El Nido, Cultivando Vivencias, a través de su summelier Pilar Álvarez, impartió una cata de vinos con brotes y flores que los invitados degustaron para entender la diferencia de cada una de las zonas vitivinícolas y, de paso, tuvieron la oportunidad de armonizar el vino con flores comestibles y brotes.
El que México sea un mercado tan importante para la D.O. Rías Baixas no es gratuito: al probar fermentados de esta región encontraremos aromas frescos y familiares, que acompañan perfecto a nuestra cocina cotidiana y a nuestras ocasiones de consumo favoritas: las tardes en familia o con los amigos, los días soleados o hasta los partidos de fútbol.
Instagram: @riasbaixasmx
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